Narra Hades:
Luego de una larga noche de descanso desperté por la mañana, Shun no estaba en la cama y el bebé dormía conmigo por lo que pensé que Shun estaba en la ducha o en la cocina.
—¡Shunny!
—¡Estoy en la ducha!
—¡Bien, enseguida vamos!
Entré a la ducha después de que Shun salió, también le dio un baño al bebé por lo que estábamos más que listos para partir, no sin antes haber comido algo.
Íbamos de camino a la casa de Deméter, Shun estaba jugando con el pequeño para entreterlo mientras que yo estaba concentrado en el camino.
—¿Estás nervioso Shun?
—Un poco... Tengo miedo de que la diosa Deméter me odie demasiado...
—Perséfone la ha hecho recapacitar, pero tenemos que entenderla, ninguna madre desea que su hija sufra.
—Tiene razón señor Hades... Yo no quería dañar a la señorita Perséfone.
—Lo sé, ella también lo sabe... Por ello quiere contarte sobre eso.
—Espero que a pesar de todo ella y yo podamos entablar una buena amistad.
—Perséfone es alguien con un corazón igual de puro que el tuyo, seguramente podrás llevarte bien con ella.
—¿Acaso la está halagando sin importar que estoy aquí presente?
—Parece que sí, estuvimos mucho tiempo juntos, la conozco muy bien.
—Por eso debió ser difícil... Ella era su esposa y un día de repente aparecí yo y su vida cambió.
—Toda mi vida pensé que ella era el amor de mi vida... Pero resultó que tenía que esperar un poco más para conocer a mi verdadero amor.
—¿Entonces yo soy el amor de su vida?
—Así es, tú y ese hermoso bebé lo son.
Ambos nos sonreímos y seguimos con el viaje, poco después llegamos hasta nuestro destino y Shun bajó junto a mí mientras sostenía a nuestro hijo en brazos.
Sobra decir que ambos estábamos demasiado nerviosos pero si queríamos estar juntos teníamos que intentarlo hasta agotar todos nuestros recursos.
Toqué la puerta esperando a que se abriera, rápidamente se abrió y detrás de ella se encontraba Perséfone quien no podía dejar de mirarnos con una sonrisa.
—Hades, Shun, que bueno que han llegado, por favor pasen.
—Gracias. —Dije y entramos a la casa, Shun venía junto a mí. —¿Y Deméter?
—Está preparando la habitación, no tardará mucho, deberían tomar asiento mientras esperan.
—Muy bien. —Nos sentamos juntos y ambos observamos a Perséfone sin saber que decir.
—Su hijo es precioso... ¿Puedo sostenerlo?
—Oh sí, por supuesto! —Dijo Shun y le entregó al pequeño quien seguía dormido.
—Es bastante lindo, tiene la belleza de Shun.
—A-Ah bueno... No es para tanto.
—No te pongas nervioso, soy capaz de reconocer tu belleza, así cómo cualquiera lo haría.
—Agradezco mucho el cumplido.
—¿Y bien? ¿Nerviosos?
—Bastante diría yo.
—No se preocupen, mi madre ya ha hecho esto muchas veces, todo saldrá bien.
—Señorita Perséfone quisiera preguntar... ¿Por qué nos ayuda?
—Al principio no quería darme cuenta de las cosas, pero al final lo hice, sé que amas mucho a Hades y no soy capaz de competir con sentimientos tan puros cómo los tuyos.
—Pero... Usted también debió haber sufrido mucho por mí...
—Si te soy honesta no fue así, porque entendí que si realmente amaba a Hades, tenía que dejarlo ir para que él fuera feliz, no podía ser egoísta y mantenerlo a mi lado sólo por mi capricho, entendí que el amor es así a veces.
—Perséfone...
—No deben sentirse mal por mí, aprendí lo que es el amor y me alegra mucho verlos amarse tanto.
Shun y yo estábamos muy felices de escuchar las palabras de Perséfone, a pesar de todo ella me amaba tanto que fue capaz de dejarme ir, no sabía cómo pagar todo lo que había hecho por mí, por Shun y por nuestro hijo.
—Bien todo está listo, Shun ven conmigo.
—Adelante Shun, yo cuidaré del pequeño.
—D-De acuerdo...
Con bastantes nervios Shun acompañó a Deméter mientras Perséfone esperaba conmigo, yo también estaba demasiado nervioso por lo único que podía hacer era confiar en mi hermana y en mi amado Shun.
—El pequeño es muy tranquilo.
—Lo es... Desde que nació es un pequeño muy tranquilo.
—Puedo notarlo, ¿cómo te sientes con tu nueva vida?
—Lamento mucho lo que pasó entre nosotros... No quería herirte.
—Hades por favor, tienes que olvidarte de eso... Ahora tienes una familia, si te quedas atado en el pasado nunca vas a ser feliz.
—Tienes razón, pero no puedo evitar pensar en el daño que te he causado.
—Es verdad que sufrí mucho... Pero también entendí la situación en la que estábamos, no tienes que preocuparte por mí, debes preocuparte por tu nueva familia.
—Gracias... De verdad gracias.
Ambos nos sonreímos y después de un rato finalmente salió Deméter por lo que me acerqué a ella un poco preocupado.
—¿Y? ¿Shun está bien?
—Por ahora debe descansar... Despertará en un par de días y a ese momento sabremos sí estará bien.
—Deberán quedarse aquí Hades, no es conveniente mover a Shun en estas instancias.
—Puedes quedarte en la habitación con él, así si despierta antes me llamas.
—De acuerdo... Suena bien.
—Bueno, Perséfone, ayudame a preparar la habitación para Hades y el niño.
—Sí madre.
Seguido de ello ambas se fueron, mientras tanto yo estuve esperando junto al pequeño bebé.
—Mami despertará pronto y así estaremos juntos por siempre mi pequeño niño.
Ver el rostro de nuestro hijo me hacía sentir aliviado. Finalmente Perséfone y Deméter volvieron por lo que las seguí para entrar a la habitación con mi amado Shun y mi bebé.
—Bien pueden quedarse aquí, es bastante tarde así que tienen que descansar, Shun despertará mañana por la tarde o pasado mañana, no te preocupes demasiado Hades.
—Lo entiendo... Muchas gracias Deméter, de verdad... Gracias.
—No tienes que agradecer, lo hago por mi hija, que descansen.
Después de que Deméter salió de la habitación me acomodé junto al bebé para poder dormir con él y así esperar que Shun reaccionara.
Estaba aterrado, pero tenía que intentar hasta el último recurso para mantenernos juntos, por favor... Sólo quiero estar con él por toda la eternidad.
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¿Él o yo?
FanfictionHades creyó toda su vida que su verdadero amor era Perséfone, hasta que durante la guerra santa contra Athena conoce a su joven recipiente Shun. ¿Que pasará con él entonces? ¿Será que Hades cambie de opinión? ♦La historia se desarrolla en la actual...