Capítulo XV

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Por los pasillos, camino a su dormitorio, llamó a JiMin, necesitaba hablar con él, sentía que volvía a tener sentimientos confusos.

— Dime, TaeHyunggie.

— ¿Estás en nuestro cuarto?

— Sí. Estoy con YoonGi, viendo una serie.

— Voy para allá, necesito hablar contigo.

— Claro, le diré a YoonGi que se vaya.

— ¡No hace falta!— dijo, riendo.

Cuando el chico llegó, los vio viendo Naruto.

— Pensé que estabais viendo una serie.

— ¡Y es una serie!

— Me voy a duchar.

TaeHyung cogió sus mejores vaqueros y unos calzoncillos bastante pequeños. Se metió en el baño y JiMin fue tras él.

— Cuéntale a tu amigo— dijo JiMin, peinándose.

— Me he acostado con Sylvain— admitió TaeHyung, desnudándose y metiéndose en la bañera. JiMin se quedó helado y le miró.

— ¿Va en serio?

— Sí. Me he acostado con él.

— ¿Y qué tal?

— Bastante bien... y tenías razón, la tiene muy grande.

— Te lo dije. Me debes una cena. ¿Cuál es el problema?

— ¡JungKook es el problema! No puedo sacármelo de la cabeza y no sé si quiero sacármelo de la cabeza.

Le contó a JiMin lo sucedido en la cama y como había recordado a JungKook.

— Bueno, yo en tu lugar también hubiera pensado en mi ex y en lo que me hizo. Taehyung, fue bastante fuerte. Es lógico que estés dolido.

— Exacto. Tú lo has dicho— dijo, saliendo de la ducha y aceptando la toalla que JiMin le daba— dolido, pero... ¿de ahí a quedarme como un idiota? No pude acostarme con él.

— No te exijas— le aconsejó— si no hubierais tenido esa conversación y simplemente lo hubieras hecho, no habrías tenido problemas, ni siquiera hubieras pensado en él.

— Sylvain me dijo que podía penetrarle, que se fiaba de mí. El problema no fue recordar que JungKook me engañó, el problema fue pensar en si JungKook confiaba en mi en el sexo. Nunca me dejaba hacer nada— dijo, enfadado— ahora me siento su puto.

JiMin se levantó y le abrazó.

— Sabes que, en estos momentos, JungKook no es lo que yo llamaría amigo, ni siquiera conocido, no le hablo y no tengo pensado hacerlo— dijo— pero sé a ciencia cierta que no fuiste cualquier persona en la vida de JungKook. Fuiste, y eres, alguien muy importante. Si hubieras sido sólo su puta, ¿se estaría molestando tanto en tenerte de vuelta? Puede tener sexo de quien quiera...

— Ya... eso ha demostrado.

— No merece la pena que te enfades, Tae. Sylvain parece buena persona.

— Sí, me voy a poner una camisa y arreglarme, he quedado con él.

— ¡Eso me parece muy bien!

TaeHyung se puso una camisa blanca, pero luego la cambió por una roja con los botones de arriba desabrochados para dejar al aire sus clavículas.

— Rízate el pelo y ponte delineador.

Doble TraiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora