Capítulo XIX

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Se ducharon y se arreglaron. En el caso de TaeHyung, el chico usó ropa del propio JungKook que le estaba muy ajustada o pequeña. Y salieron.

Fueron a un centro comercial donde nunca iban y TaeHyung pensó que irían a algún baño, pero no, JungKook le llevó a una tienda de deportes donde había, al menos, treinta personas.

— Mira estos son los conjuntos de baile que te quería enseñar— le dijo y se puso tras él. TaeHyung no entendía nada, supuestamente él iba a follar a JungKook, no al revés. Quizás se hubiera arrepentido. Quizás aquello formaba parte del plan— ¿Qué te parecen?

Comenzó a tocar algunas prendas y notó como JungKook le desabrochaba el pantalón y metía su mano dentro del pantalón. En aquel momento supo su intención: iba a meterle mano en público, a la vista de todos.

Se tapó un poco con el abrigo y carraspeó como si nada. Cualquiera que los viera, pensaría que JungKook tenía su mano debajo del jersey.

— Esta parece buena...— cerró los ojos y tomó aire, la mano de JungKook estaba en su miembro, no podía masturbarle, pero sí tocarle.

— Para ti, me gusta la azul, o la verde, quizás, ¿qué piensas?— preguntó, apretando su miembro.

— Debería probarme las dos...

— Ya que vas a probarte alguna prenda, escoge algo más. Algún pantalón... Ese corto me gusta para ti.

— ¡Perfecto!

Lo cogió sin siquiera mirar la talla, pero JungKook, que era más atento, cogió el pantalón, lo dejó en la percha y buscó la talla del chico.

— Me estás empapando la mano— le susurró al oído.

— Y el culo también te lo voy a empapar— susurró, besándole.

— Tu talla— dijo JungKook, sacando su mano de la entrepierna del chico. Realmente tenía la mano mojada.

Fueron hacia los probadores juntos y esperaron la cola pacientemente. Una vez que les asignaron un cubículo, entraron y JungKook le desabrochó los pantalones, se arrodilló frente a él y chupó su miembro, saboreando su esencia.

— No creo que sea sensato hacerlo aquí y ahora— susurró TaeHyung, preocupado— hay demasiada gente esperando. Sospecharían. Podríamos meternos en un lío.

— Puedo chupártela. No tardarás mucho en correrte— susurró JungKook.

TaeHyung se sentó en la silla y JungKook comenzó a chupar el miembro del chico. Jamás había sido tan silencioso en el sexo, pero no podía evitarlo, debía serlo. Sentía la boca de su novio en su miembro y no podía gritar, ni gemir, sólo podía desear más. Aguantó la respiración y le tiró del pelo, estirando sus piernas, en el momento en el que alcanzó el orgasmo.

— Debemos salir— dijo JungKook, colocándole los pantalones.

Cogieron las camisas y salieron del probador.

— Es una lástima que no te queden, son muy bonitas— dijo JungKook.

Dejaron las prendas en la barra destinada a todas las prendas que se probaban pero que no se llevaban y salieron de la tienda.

— Ha estado demasiado bien— dijo TaeHyung, saliendo de la tienda.

Fueron a los baños públicos a asearse un poco y luego salieron a la calle y fueron al centro de recreativos. Allí JungKook enseñó a TaeHyung a jugar al billar y luego TaeHyung enseñó a JungKook a jugar a los bolos, aunque JungKook le acabó ganando.

Doble TraiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora