Capítulo XVII

1.1K 99 12
                                    

Finalmente, la última hora llegó y JungKook esperó a TaeHyung en la puerta de su aula. Fueron a la biblioteca y sacaron los apuntes de Música.

— Bien, es complicado, pero lo cogerás enseguida...

— Gracias por ayudarme.

— Ni lo menciones, me sirve para practicar... Bien, empezamos por la escala y los tonos entre notas...

JungKook pasó media hora explicando los ejercicios al chico y, cuando terminó, TaeHyung comenzó a explicarle sus dudas. No tenía muchas, pero sí eran bastante largas. Cuando terminó, TaeHyung sabía hacer los ejercicios.

— Gracias.

— No hay de qué.

— Oye, ¿quieres que hagamos juntos los ejercicios de Historia? Son bastante largos y podríamos ayudarnos el uno al otro— propuso TaeHyung. La verdad era que le traían al cuerno los ejercicios, sólo quería pasar más tiempo con JungKook.

— Me parece una buena idea.

El profesor de Historia se había cebado con ellos mandándoles tres ejercicios de investigación, así pues, ambos chicos abrieron sus portátiles y comenzaron a investigar sobre el tema. De vez en cuando, cuando tenían dudas, se levantaban e iban a consultar con la bibliotecaria sobre libros especializados en el asunto.

— Creo que esto nos podría servir— dijo JungKook, señalando un párrafo de una revista histórica.

— Creo que sí— dijo TaeHyung— agh, esto me está dando dolor de cabeza.

— ¿Quieres que vaya a por un par de cafés?

— ¿No te importa?

— No— dijo, levantándose.

— ¿Llevas dinero?— preguntó, tomándole de la mano.

— Sí. ¿Lo de siempre?

— Sí, un...

— Moca blanco, con leche entera desnatada, más caliente que fría, sin nata y con un toque de canela— terminó, con una sonrisa.

— No lo has olvidado.

— Tardé un siglo en aprenderlo.

Con una sonrisa, JungKook fue a la cafetería y TaeHyung continuó estudiando o, más bien, partiéndose la cabeza buscando toda la información referida a aquel dichoso trabajo.

— ¿Trabajando entre montañas de libros tú sólo?

TaeHyung levantó la cabeza y vio a Bogum.

— Eh... sí y estoy muy ocupado.

— Oye, ¿tienes algo que hacer el jueves?

— Estudiar. Voy atrasado.

— ¿Y el viernes?

— He quedado.

— ¿Y el sábado?

— También.

— Eres un chico ocupado.

"Para ti, tengo novio, marido, amigo y además, soy hetero" pensó.

— Ya sabes... el curso.

— ¿El domingo estás libre?

— Que va, un amigo se ha mudado y tengo que ayudarle con la mudanza.

— Vaya... estás hasta arriba. ¿Y mañana?

— Tengo que estudiar.

— Ya veo. ¿Puedo hacerte compañía?

Doble TraiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora