Capítulo XVI

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TaeHyung, por su parte, estaba en la cafetería tomando un cuenco de arroz mientras Sylvain le pedía un filete de carne.

— Ahora lo traen.

— Estoy bien.

— Dime, ¿te has sentido mal de verdad o es que estabas incómodo porque estaba ahí tu ex?

— Ambos.

— Entiendo— suspiró.

— Sylvain, yo sé que a ti te gustaría...

— Esto lo dejamos claro ayer, TaeHyung. Yo sé que sigues enamorado de él, es lógico tras cinco años y no espero que dejes ese sentimiento de la noche a la mañana. Sé lo que hay en esta relación, no te preocupes por mí.

— No puedo no hacerlo. No quiero hacerte daño.

— No lo harás.

Se besaron y TaeHyung continuó comiendo. Cuando terminó, volvieron a la habitación y se tumbaron, esta vez a descansar.

A las horas, se abrió la puerta y entró JiMin, el chico se quedó cortado a ver en la habitación a Sylvain.

— Lo lamento, volveré luego...

— No te preocupes, me iré.

— ¡No! Es que... ¿qué le pasa?— preguntó, alarmado.

— Anoche no dormimos y esta mañana fuimos al gimnasio sin desayunar, se ha encontrado un poco mal. Ha comido y está reponiendo fuerzas, no he querido dejarle solo.

— Me quedo entonces con él.

— Te lo agradezco.

Antes de irse, le dio un beso en la sien. Cuando el chico se marchó, JiMin suspiró y miró a su amigo.

— Ya se ha ido, deja de hacerte el dormido.

— ¿Se notaba que no estaba dormido?

— Bueno, soy tu mejor amigo— dijo, tumbándose a su lado y abrazándole— ¿estás bien?

— Sólo fue un mareo— contestó, sin más.

— Aún no estás en tu peso, sabes que no debes saltarte comidas y tampoco el descanso. Por lo que ha dicho, debo entender que pasaste toda la noche follando.

— Sí— admitió— y no me siento culpable.

— No tienes motivos para ello.

— Pero me siento triste. Hoy estaba allí, en el gimnasio, mirándonos... te juro que sentí un sádico placer al mirarle y pensar ¿qué se siente al saber que me has perdido? Pero, aunque sintiera esto, también me encontraba mal porque... una parte de mí quiere volver con él.

— ¿Y la otra?

— La otra quiere intentar salir adelante y ver a dónde llega sin él.

— Inténtalo— aconsejó JiMin.

— Aún me queda otro problema.

— ¿Cuál?

— No quiero que deje de hacerme caso. Incluso esa parte de mi mismo que quiere salir adelante sin él, se niega a pensar que habrá un día en que JungKook dará la vuelta definitivamente y se olvidará de mí. Ya no se trata de que nadie me quiera o de que esté solo. Se trata... de él.

— ¿Sylvain sabe sobre tus sentimientos hacia JungKook?

— Sí, sólo tenemos un rollo de cama.

Doble TraiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora