(💎🇺🇸) 𝗥𝗘𝗙𝗟𝗘𝗖𝗧𝗜𝗢𝗡 | "El comienzo
del amor consiste en dejar
que las personas a quienes
amamos sean
absolutamente ellas mismas,
y en no presionarlas para que
...
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Llevábamos horas caminando. El tiempo me sirvió para pensar en todo lo ocurrido. Habían sido demasiadas revelaciones, tantas que todavía me costaba entender de que iba todo esto.
Steve me platicó un poco sobre que en la guerra había un tipo detrás de todo y que él juraba lo había vencido junto con su organización. Ahora resultaba que su sacrificio había sido en vano. HYDRA seguía existiendo y estaba por destruir todo lo que conocían las personas.
—Sería muy útil ese poder tuyo. —dice Steve.
Yo me río un poco.
—No funciona así. Sólo puedo hacer desaparecer y aparecer cosas en lugares que veo, o que ya conozco.
Lo más lejos que había llegado era hacer desaparecer una taza en la sala para luego encontrarla bajo mi cama en la habitación.
—¿Lo has hecho con personas?
—Conmigo, en realidad. Estaba en una camioneta. Mi psicóloga trató de matarme y me hice aparecer fuera. Fue cuando caíste del edificio.
Steve se queda en silencio cuando Natasha se remueve y abre los ojos. Rápidamente la pone sobre sus pies cuando nos dice que estaba bien. Yo le paso la mano por la frente llena de suciedad sólo para asegurarme de que no estuviera mintiendo sobre su estado.
Los tres seguimos el camino hasta que Steve nos guía entre unas casas. Se detiene en la puerta de una en específico golpeando con prisa. Miro alrededor todavía con la angustia de que S.H.I.E.L.D. diera con nosotros. Honestamente ya no sabía qué querían hacernos, aunque era ya bastante obvio que buscaban matarnos.
La puerta se abre dejando ver a un hombre alto de piel morena. Nos mira como si no hubiera nada raro en nuestro aspecto tan demacrado.
—¿Qué pasa, amigo?
—Sam, lamento llegar así, pero necesitamos escondernos.
—Todo el mundo quiere asesinarnos.
Sam nos echa una mirada seria.
—No todo el mundo. —se aparta y nos deja pasar.
En cuanto veo una silla no dudo en sentarme. Tantas horas de camino me habían dejado los pies hechos polvo.
—Gracias por esto. —Steve le extiende la mano. Sam se la estrecha con determinación.
Cuando Sam nos dice que podíamos refrescarnos como quisiéramos se lo agradecí. Encerrarme en el baño fue lo mejor que pudo pasarme, no sólo por la facilidad para quitarme toda la suciedad de encima, sino porque nadie podría verme mientras me quedaba sentada en el suelo.
