015. 𝗋𝖾𝗎𝗇𝗂𝗈𝗇

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— CAPÍTULO —
QUINCE

"reunión"

"reunión"

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📍Berlín, Alemania


Tras varias horas de viaje, y una insoportable evaluación por una psicóloga me dejaron salir de la pequeña celda donde me metieron. Aunque no me quitaron el pesado collar.

Unos guardias me escoltan hasta una oficina llena de gente. No consigo fijarme bien, pues no pasa mucho cuando unos brazos fuertes me rodean. Aspiro el aroma de Steve cerrando los ojos.

—Odio verte con esta cosa. —dice separándose.

Cuando mira mi cuello entiendo sus palabras. Yo también odiaba tenerlo puesto como si me vieran igual que a un perro rabioso al que le hace falta un bozal.

—¿Zoanne? —la llamo al verla platicando con Sam.

Ella se gira y se muestra más relajada al dar conmigo. Steve me toma de la mano y me lleva hasta una sala de reuniones con paredes de cristal en donde estaban ellos.

Cierro la puerta para dejar de oír los murmullos de los de afuera. Todos me miraban de reojo seguramente no diciendo cosas tan amables.

—Bienvenida a la fiesta. —dice Sam con un tono nada aninado.

Zoanne recuesta sus pies de la mesa echándose para atrás en la silla.

—Siempre quise conocer a los Vengadores, pero esto es deprimente.

Le doy una mirada cansada a la castaña. Todo parecía ir a peor.

—¿Y cómo es que estás aquí de todos modos? —le pregunta Sam mirándola con algo de desconfianza.

—No soy tan importante. —Zoanne se encoge de hombros. —Ni siquiera me dieron una celda especial como a las hermanos maravilla. —me señala.

Luego resopla girando el rostro a una de las tantas pantallas donde estaban mostrando una imagen en vivo de Bucky. El silencio y la expresión preocupada de Zoanne me dieron más razones para apreciarla. Que ella hubiera estado junto a mi hermano era algo que no podía pasar por alto.

La puerta se abre y todos nos damos la vuelta para ver a Sharon. Aprovecho para sentarme junto a Zoanne mientras Steve se quedaba de pie.

—Aquí está el recibo de su equipo. —le entrega a Sam un papel.

—¿Disfraz de ave?

—Yo no lo redacté. —se defiende Sharon. —Ross me pidió que bajaras los pies de la mesa.

Zoanne no quita la mirada de la pantalla.

—Que venga y me obligue.

Sharon se inclina de manera discreta presionando un botón en la mesa. Entonces la pantalla dentro de la sala de reuniones de enciende dejándonos ver la misma imagen de Bucky que la de afuera, sólo que ahora nosotros también podíamos escuchar lo que pasaba.

𝗥𝗘𝗙𝗟𝗘𝗖𝗧𝗜𝗢𝗡 | 𝗌𝗍𝖾𝗏𝖾 𝗋𝗈𝗀𝖾𝗋𝗌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora