Capítulo 4: "Agujero negro"

65 6 7
                                    

La presión en mi pecho aumenta con el paso de cada segundo, al igual que el agarre en mi brazo. Termino posicionada al lado de John, que me mantiene bien cerca, sin salida. El simple gesto de que nuestros brazos se estén rozando, me agobia y, como bien sabéis, me asquea. Desde que llegué a esta casa, no supe como actuar o que hacer en la mayoría (por no decir en todas) las situaciones. Y otra vez me encuentro en una de ellas.

Harry está de pie, a unos pasos de nosotros con los puños apretados, de forma que se le marcan las venas de las manos y los nudillos se le tornan blancos. Su pecho sube y baja cada vez más rápido. Cierra los ojos e inspira fuertemente. Es tanta la tensión y el miedo, al menos por mi parte, en el ambiente, que parte del aire que necesito para respirar, es destruído, creando una burbuja de agonía e impotencia. Impotencia. Así es cómo me siento ahora, débil e impotente. ¿Sirve de algo cualquier acto que haga mi persona? No. No tengo vela en este entierro, y nunca la tendré.

-Suéltala, John- Gruñe Harry cuando nuestras miradas se encuentran. Es un momento tan intenso, no sé si por el miedo, por la preocupación o lástima, pero tengo que bajar la vista.

-¡Haré lo que quiera con ella!- Grita a mi lado, lo que hace que instintivamente me encoja e intente zafarme de su agarre. -¡No te muevas!

De pronto, todo ocurre muy rápido. En cuanto la mano de John tira de mi brazo mientras me grita, por la otra extremidad una cálida y suave presión me agarra, no de una forma violenta, sino sosteniéndome. En un abrir y cerrar de ojos la arrugada mano de John ya no me está tocando, sin embargo, me encuentro con unos anchos hombros enfrente de mí que me tapan la visión. La mano de Harry sigue en mi brazo, manteniéndome oculta en su espalda. El acto me inspira protección y seguridad, pero sé que en cualquier momento los papeles pueden intercambiarse.

¿Qué pasará ahora?

No veo a John pero sí oigo sus gritos hacia Harry, diciéndole que es un desagradecido entre otras cosas. Este último se queda callado y quieto, manteniendo su posición; "protegiéndome". El sonido de algo cayéndose hace que mis manos viajen hasta agarrarse fuertemente a la camiseta de mi guardaespaldas. Él parece darse cuenta ya que me lleva, sin cambiar la posición, hasta la puerta.

-Piso de arriba, tercera puerta a la derecha. Espérame ahí, ¿sí?- Dice girándose y conectando nuestras miradas. Sus ojos están más oscuros que antes. Quiero preguntarle muchas cosas pero no es el momento, ni el lugar, ni creo que sería capaz de abrir la boca sin que un sollozo saliera de antes de ella. Asiento y me doy la vuelta, haciendo el camino a las escaleras, que se encuentran no muy lejos del salón del que vengo.

Echo la mirada atrás y la puerta está cerrada. Por una parte quiero volver y saber qué pasa, pero el miedo que me invade al pensar en la parte negativa, es mucho mayor que la curiosidad que me pica. Comienzo a subir las escaleras y al llegar al último peldaño, un estruendo en el piso de abajo hace que me sobresalte.

Repito las palabras que me dijo Harry momentos atrás y busco la habitación que me indicó. Una vez allí entro, enciendo la luz y cierro la puerta rápidamente a mis espaldas. Me respaldo en ella y suspiro. Tan sólo quiero que esto termine, que pueda salir de aquí y ser libre. Pienso que eso no ocurrirá ni tarde ni temprano e intento reprimir las lágrimas de dolor y angustia que poco a poco me van ahogando en mi interior.

Cuento hasta diez y vuelvo a abrir los ojos.

Supongo que esta será la habitación de Harry. Una cama, bastante grande, ocupa el centro de la estancia. Una ventana justo enfrente, con un pequeño balcón me permite ver la oscuridad que cubre el exterior. Ninguna luz llega a ella. Un pequeño escritorio cubierto de papeles y lápices se encuentra enfrente de la cama. A su lado un armario, no muy grande. Diagonalmente, una puerta que lleva al baño de la habitación, o eso supongo que es. Todas las paredes tienen un tono azul, aunque casi parece blanco, excepto la pared con el escritorio delante. Esta es negra. Sólo hay una foto en toda la habitación y se encuentra en una de las mesillas de noche que hay al lado de la cama. Me acerco y puedo ver a un niño rubio de ojos verdes con una mujer sujetándolo en brazos. Es una imagen muy tierna que me revuelve el estómago. Mi mente viaja hasta los dibujos que encontré en la sala y rápidamente me encuentro ojeando los que hay en esta mesa. Todos son en blanco y negro con imágenes tristes y serias. En casi todas aparece una mujer o su sombra, pero nunca se le ve el rostro. Me pica la curiosidad por saber más sobre estas obras, pero ya saben el dicho... La curiosidad mató el gato.

La puerta de la habitación se cierra bruscamente y oigo como se echa el pestillo. Va directamente a la cama, se tira en ella y tapa su cara con las manos.

Me mantengo quieta pero más alejada del escritorio. Creo que me vio rebuscando entre los dibujos (otra vez) aunque no me haya dicho nada.

A pesar del poco tiempo que llevo aquí, cada vez que estoy en presencia de Harry, algo en mi interior se enciende. No puedo clasificarlo en bueno o malo, solo sé que ese "algo" me tiene perdida y se podría decir que atontada y aterrada.

-¿Cómo te llamas?- Dice sin más sentándose en el colchón. Tiene el moño algo más desecho, pero luce demasiado bien igualmente.

-Abbie- Murmuro sin mirarlo a los ojos. En cambio, me fijo en sus manos. Unos cortes que antes no había visto destacan en sus nudillos. Quiero preguntarle qué le ha pasado. O más bien; qué ha pasado.

-Está bien- Suspira- Siento todo esto Abbie... Yo... en ningún momento tuve que ver con esta jodida mierda y... ¡joder! ¡Ya no sé que hacer!

Me tenso al oírlo gritar. No quiero que Harry sea como John. Me niego a que Harry sea como su padre. Se levanta y empieza a andar de un lado para otro. Lo observo, tensa, sin saber si debo decir algo o, simplemente, quedarme tal y como estoy.

-No es tu culpa- Susurro antes de procesar la información en mi cerebro. Se detiene en seco y vuelve a conectar nuestras miradas. Esta vez sus ojos están claros, verdes y azules, una mezcla hechizadora y a la vez, peligrosa. No sé durante cuánto tiempo mantenemos el contacto visual, pero no puedo separarme. El hecho de no saber que está pensando me frusta y parece que me hace ser 'adicta' a su intensa mirada. Su voz es la que me saca del "trance" vergonzoso en el que me encontraba.

-Puedes sentarte si quieres.

Señala el colchón y no dudo un segundo en sentarme en el bordillo. Los músculos de mi cuerpo se relajan. No llevo uno de mis mejores días. A quién voy a engañar. Yo no tengo "mejores días". Una parte de mi sigue alerta. No conozco absolutamente nada de esta nueva "vida" que el destino me tiene preparada, y no puedo bajar la guardia tan fácilmente.

Harry esta de pie a unos pasos de mi, mirándome fijamente. Esta vez no conecto con su mirada, ya que sé que me perderé en ella si lo hago.

-He... he intentado coger los documentos sobre ti para intentar llevarte a...-Se para, sin saber cómo llamar al lugar de dónde vengo.

-Sí- Le digo para indicarle que entiendo lo que quiere decir.

-No he podido hacer nada para conseguirlos. John está realmente mal de la cabeza. De todas formas... ¿prefieres volver allí o quedarte aquí conmigo? Es... es decir, aquí- Por cómo las palabras salen atropeyadamente de su boca, puedo deducir que no es el único que no sabe como manejar la situación.

Me mira atentamente esperando una respuesta. No le doy más vueltas y decido serle sincera.

-Ninguna de las dos.

Mi voz sale cortada y más débil de lo que me gustaría.

De pronto, todo cae sobre mí como un cubo de agua helada. Todo lo vivido desde que era pequeña, lo que mejor recuerdo, pasa sin cesar por mi mente, todos los llantos y luchas, las despedidas y llegadas, el abandonar y empezar de cero... Hasta la situación actual.

Problemas y más problemas caen en forma de cascada sobre mis ojos, provocando que la luz cada vez sea más pequeña y menos intensa.

Lo único que veo antes de romperme son unas esmeraldas brillantes observándome. Me doy el gusto de perderme durante el máximo tiempo que puedo. Intento mantenerlas en mi campo de visión pero a medida que pasan los segundos, minutos o horas (no estoy segura) van perdiendo intensidad y color, convirtiéndose en un simple y aterrorizador agujero negro.

~~~~~~~~~~~~~
Perdón perdón perdón perdónnnnnnn.
Sé que dije que iba a subir ya hace dos días este cuarto capítulo, pero se me fue el tiempo de las manos.

Cada vez intento hacerlos más largos. Estoy empezando, sin demasiadas exigencias por favor :')

Espero que les guste y esta vez no os diré cuándo subiré el próximo capítulo, porque no lo sé. Sorry :(

¡Voten y comenten!

Ana xx

Runaway (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora