Coliseo de Plata

52 16 50
                                    




POV Hayate.

Trato de no aparentarlo, pero estoy tan perplejo como los demás ante la petición del ascendido.

¿Eso quieres?—no es necesario fingir que me emociona—¿Que enfrente en duelo a otro aspirante a Ascensión?

Airush camina entre nosotros tomando asiento en el sofá.

Eso es, mi querido zorro de fuego—sonríe con malicia, apuntándome con el abanico que acaba de sacar de su cinturón—. Estoy seguro que vencerás sin duda.

Es ridículo
¿Quién tiene a mano un abanico en este clima repleto de lluvia y de nieve?

Pero, señor—Arimi se acerca y aunque lo intenta, no logra ocultar su frustración—. Usted sabe que en esos duelos está permitido matar al oponente.

Oh, estoy seguro que Hayate no matará a nadie—agregó, divertido jugando con su accesorio.

No lo decía por...—Con un gesto, Airush le da a entender a mi amiga que no tiene ganas de hablar del tema. Por fortuna, ella no insiste.

Lo reconozco. Es con cierto temor que me volteo a ver a Violet. Y tal como esperaba, parece que se va a quebrar en llanto de un momento a otro.

El remolino de emociones al cual aún no estoy acostumbrado, me hace sucumbir. Creo que cada vez puedo resistirlo menos. Acorto la distancia entre nosotros y aunque quiero abrazarla, solo acaricio su frente.

¿Por qué pones esa cara?—trato, en serio, de sonreír. No puedo—¿Tan poco confías en mí?

¿Es verdad?—susurra. Y su voz es tan fría como la escarcha en la peor ventisca—¿Puedes morir?

Eso no va a pasar—y lo digo con franqueza—. Aunque... si mi estrella me tiene en tan baja estima con respecto a un duelo, puede que si pierda algo de confianza.

¡No digas eso!—sus ojos están repletos de lágrimas cuando sube el rostro para verme—. Por favor
La sensación en mi pecho quema. Cada vez que Violet sufre, yo sufro. Cada vez que ella llora, siento la rabia como ácido en la garganta.

Si no tuviera esta fuerza de voluntad no podría mantenerme tranquilo. No sé qué haría. Sin embargo, acaricio su barbilla.

Entonces, confía en mí—Es lo que necesita. Una caricia que le dé calma. Seguridad en mi victoria. Estiro la mano hasta atrapar su nuca. La atraigo hacía mí y entonces, cuando siento su tibieza, todo está bien.
Sus dedos rozan tímidamente mi espalda. El llanto se apaga poco a poco.

Dije que te quedarías ¿recuerdas?—susurro, aunque sé que todos pueden oírme—. Lo haré, venceré y tú te quedarás con nosotros.

Hayate es el aspirante a Ascendido más fuerte de la región, Violet—Feng se acerca hacia nosotros, es extraño oírle ese tono tan gentil.

Y es el único con un arma esencial propia—Airush se levanta destilando orgullo en cada palabra—. Todos los demás usan heredadas. Tú—otra vez me apunta con su tonto abanico—creaste el cuerpo del Iskel y ahora, gracias a la estrella, le has dado un alma.

Me alejo poco a poco de Violet, al ver que nuestro Ascendido se retira.

Lo acompaño hasta la salida, poco antes de llegar al sendero se voltea hacia mí.

Te tendré al tanto de todo, Hayate—me mira a los ojos, y puedo ver como el abanico entre sus dedos se desvanece—. A mas tardar en dos semanas, tendré claridad de dónde será el encuentro y con quién.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 29, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

EntrelazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora