Es parte de crecer

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Después de una linda tarde en familia, los jóvenes decidieron ir a acampar cerca del lago. Alluka se quedó con Abe y Mitosan para tener otra noche de chicas.

-Leorio eres un idiota, ¡Cómo no puedes armar una simple tienda!

-Callate rubio, te dije que es por el viento.

-Dejame, yo la armo.

-¡Suéltame Kurapika! ¡Yo puedo armarla solo!

Los tres muchachos miraban a los mayores peleando por su tienda, cuando ellos ya habían hecho la suya.

-Hey Killua, ¿Vamos al lago?

-¡Sí!, Gon ¿Vienes con nosotros?

-Me quedaré viendo el paisaje por un rato, vayan ustedes.

Killua y Gin se despidieron de sus prendas quedando solo en ropa interior para ir a nadar el lago. Gon solo quería observar a Killua.

El agua mojando su piel blanca y suave, las gotas recorriendo su abdomen, su cabello plateado y sus ojos brillantes a la luz del atardecer. Sentía como sus mejillas enrojecían poco a poco, pero no podía dejar de mirar, no quería dejar de mirar.
Nuevamente un escalofrío recorrió su cuerpo y se sintió tenso. ¿Un calambre? ¿Ahí? ¿Debería ir a preguntarle a Leorio? Después de todo quería ser doctor.

Se paró en busca de su amigo, que conversaba alegremente con Kurapika.

-Leorio.

-¿Sí Gon?

-Tengo un calambre.

-¿Dónde? ¿Te duele mucho? Traje analgésicos por s...

No terminó de hablar cuando Gon le indicó con su mano el lugar del calambre.
Kurapika se tragó el pan que tenía en la boca y comenzó a ahogarse. Leorio comenzó a reírse, pero después se preocupó mucho y ayudó al rubio.
Gon seguía con su "calambre"

-Gon... ¿En qué pensabas o qué veías cuando comenzó el calambre?---Leorio preguntaba divertido, mientras Kurapika estaba totalmente concentrado en la respuesta de Gon.

-Ehhh, estaba viendo a Killua. ---Rascó su cabeza.

Leorio y Kurapika se miraron asombrados y con un leve rosa en sus mejillas.

-Sabes Gon---Kurapika tapó la boca de Leorio con sus manos, no confiaba en él para temas así.

-Gon, eso es parte de crecer. Pero no le cuentes a Killua de tu calambre.

-¿Y por qué no Kurapika?

El rubio estaba rojo, no sabía como afrontar esa situación. El veía a Gon cómo un niño pequeño, olvidaba que estaba por cumplir 16 años y que era un adolescente.

-Deja que yo le explique Kurapika. Gon, lo que tienes no es un calambre.

-¿Qué es?

-Es una erección, eso pasa cuando algo te excita. -Kurapika se tapaba los oídos, no quería aceptar que Gon estaba creciendo.

-¿Excitar? ¿Es como emocionar? El moreno estaba confundido.

-Algo así... Pero es en un ámbito sexual.

-¿Sexual?

Killua escuchó la palabra sexual de la boca de Gon. ¿De qué estaba hablando con Leorio? Corrió a averiguarlo.

-¿De qué hablan?- Llegó alterado. ¿Por qué hablarían de sexo con Gon? Estaba muy pequeño para esos temas. No quería que le quitaran su inocencia.

-Estabamos hablando de mi cal...

-¡De nada!- Kurapika estaba sumamente alterado y se llevó a Gon de la mano. El chico no entendía nada.

-Kurapika, ¿Por qué estamos tan lejos de los demás?

-Gon... Te tengo que explicar muchas cosas.

-Uhmmm, esta bien.

Después de una charla explicativa e informativa, Gon había perdido gran parte de su inocencia. ¿Qué era ese nuevo mundo que lo esperaba? Aún no quería saberlo, quizás en unos años más. Por ahora, estaba bien así.

Era de noche y Killua se gritaba con Leorio, Gin sólo observaba divertido.

-Ya llegamos chicos, con Kurapika fuimos a dar una vuelta.

-¿Qué hicieron mientras no estabamos?

-Esos dos estuvieron peleando todo el tiempo. ---Señaló al alto y al albino.

-Esos dos siempre pelean---El rubio ocupó un tono carismático, raro en él.

Killua se llevó a Gon de la mano y lo arrastró lejos del lugar.

-¿De qué estaban hablando antes de que yo llegara?

-De sexo.

La cara del albino se deformó completamente y humo salió de sus orejas.

-De...¡¿Sexo?! Su cara estaba totalmente roja y sus ojos estaban aterrados.

-Sí Killua, Kurapika me explicó todo.

El albino estaba triste, sorprendido y decepcionado. Gon lo notó.

-Killua... ¿Todo bien?

-No.

-No entiendo...

-Gon, dame un abrazo.

-Claro que sí Killua.

Lo envolvió junto a él como si del mundo se tratará y acarició sus suaves cabellos plateados, que aún estaban húmedos por el agua.

-Estas frío Killua, te voy a abrazar hasta que entres en calor. No quiero que te enfermes.

-Gon, ¿Por qué tienes que crecer?

-Ehhh, porque todos crecen.

-No quiero que crezcas más.

-Estas hablando como Mitosan.

-No crezcas más por favor.

-Yo haría cualquier cosa que me pidas, pero eso es imposible Killua.

Las mejillas blancas se volvieron rosas cuando escuchó "Haría cualquier cosa que me pidas." Se separó rápido del abrazo y camino en dirección a los demás, pero Gon lo detuvo tomando su mano.

-Killua, ¿Estás mejor?

-¿Por qué tenemos que crecer Gon?

-Ehhhh, porque es parte de la vida.

-Me da miedo, me da miedo saber que algún día vamos a ser adultos.

-¡Pero vamos a ser adultos juntos! Te prometo que vamos a crecer tomados de la mano.

Gon se dió cuenta de que lo que dijo fue muy romántico, pero no le importó. A fin de cuentas él estaba enamorado de su mejor amigo. Y le encantaba ver su pálida piel rosada.

Killua tenía miedo, tenía miedo de que su mejor amigo tuviera nuevas necesidades y que el no pudiera satisfacerlas por ser un chico. Tenía miedo de no enamorarlo antes de que otra persona lo hiciera. Tenía miedo de que Gon formara una familia y que ya no tuviera tiempo para él. Porque si algo estaba claro, era que él no quería formar una familia con alguien que no fuera Gon. Ya no podría dormir abrazado a su pecho, ya no podría tomar su mano, ya no podrían correr como niños por todos lados, ya no podrían decirse te amo como si de una simple palabra se tratara, porque Gon hacía que fuera fácil. Ya no podrían hacer nada de esas cosas y Killua estaba demasiado aterrado.
No había logrado enamorar a Gon cuando todo se basaba en inocencia, estaba perdido.

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