La noche es larga

356 49 11
                                    

Cuando entraron al cuarto los chicos seguían durmiendo plácidamente.

-Alluka esta ocupando toda la cama-- Killua rodó sus ojos e intento correrla con cuidado.

-La vas a despertar.

-Shhhh, cállate Gon.

-Ven a dormir conmigo.

-¿¡Qué!? Tapó su boca de inmediato al notar que había gritado. Alluka se movió pero no despertó, Gin si lo hizo.

-Que vengas, ya te hice un espacio.

Killua suspiró y pensó "Solo para que Alluka duerma bien."

Se recostó a su lado sintiendo pequeñas cosquillas cuando tocó a Gon, ambos rieron bajito.

-Corre tu pierna Gon.

-No, tú corre la tuya.

-Podrías sacar tu brazo, me da cosquillas.

-¿Cosquillas? Comenzó a tocar a Killua, este comenzó a reír desesperadamente, ya que no debía hacer ruido.

-Me las vas a pagar Gon.

Se taparon bajo las sábanas y comenzaron una feroz guerra de cosquillas.

-Killua ahí no ajahshs, que ahí ajsjddjd.

-Saca jjajsjs tu mano de ahí Gon.

-Kilfkdkfkf Killua, basta. Vamos a depertar a los chicos.

-¡Au! ¿Por qué me mordiste?

-Te dije que te detuvieras.

Killua estaba enojado, una guerra de cosquillas era muy diferente a morder a alguien.

-Killua... ¿Estás enojado?

-Sí.

-Si quieres puedes morderme.

-¿Por qué haría eso?

Sus palabras fueron contrarias a sus acciones. Había mordido el brazo de Gon haciendo que este se quejara.

-¿Ahora estamos bien Killua?

-Sí, pero duérmete.

-Pero la noche es larga.

-Larga para dormir.

Gon hizo un puchero y se acurrucó en el pecho de Killua. Este se sonrojó, pero no pudo evitar sentir incomodidad, el pelo de Gon le pinchaba la cara.

-Correte Gon.

-Pero Killua...

-Que te corras.

El moreno aceptó muy triste, pero el dolor duró poco. Killua lo abrazó y se acurrucó en su pecho.

-Buenas noches idiotaa.

-Buenas noches desteñido.

Gin escuchó cada movimiento, cada palabra y cada acción que hacían. No pudo evitar sentirse mal. Siempre estuvo ahí para Killua, pero nunca recibió afecto de él. Quizás el no era su mejor amigo después de todo.

-Gon... ¿Te dormiste?

-No.

-Yo tampoco. ¿Has visto las cartas de Leorio? Su caligrafía es horrible.

-Es cierto, escribe muy feo. Pero tu escribes muy poco, así que no te debes burlar. Killua... ¿Por qué me mandabas cartas tan cortas?

-Porque eres la única persona que sabe cuando miento. Y no quería preocuparte diciéndo que estaba en esa fea mansión otra vez.

-Pero a Mitosan si le mentías...

-Era para que estuviera feliz de mis viajes... ¿Era feliz leyendo mis cartas?

-Sí, ella te extraña mucho, igual que yo. Bueno, igual que yo te extrañaba.

-Yo también la extraño y a la abuela.

-Entonces hay que ir a Isla Ballena.

-Oye Gon...

-¿Qué?

-Y has tenido más citas... Ya sabes... Con mujeres mayores como Palm.

-Claro que sí, ya te había dicho que le gustan los hombres jóvenes.

-Que degeneradas. Y... ¿Qué cosas te mostraban?

-Fotos de sus viajes, de sus familias y cosas así.

-Ahhhh, yo pensé que te mostraban otras cosas....

-Cosas como qué...

-Como... Como sus pechos. ¿Alguna vez has visto uno?

-Bueno... Hubo algunas que sí... Jajaja.

Killua se soltó de su abrazo y miro a Gon con los ojos super abiertos.

-¡Supongo que te tapaste los ojos! ¿¡Te hicieron algo!? Killua estaba gritando, así que Gon lo cayó con sus manos.

-No me hicieron nada. Solo me sentí un tanto extraño.

-Malditas depravadas, deberían estar en una cárcel. Tú eres un niño pequeño, no deberían hacer cosas así.

Killua estaba enojado, asombrado y triste. La única solución que encontró fue acurrucarse en el pecho de Gon otra vez.

-Pero Killua, tú tienes la misma edad que yo.

-Sí, pero tu eres más inocente que yo.

-¿Eso es bueno?

-Sí.

-Me dio sueño Killua, creo que voy a dormir.

-Duerme bien.

Killua se sumergió en la melodía que brindaban los latidos de Gon y poco a poco se quedó completamente dormido. Gon se durmió junto a su aroma favorito, el de Killua.

Lo Que QueríasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora