El Pastel

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Cuando regresaron a casa Kurapika y Leorio ya estaban despiertos, un poco adoloridos pero sanos. El rubio tenía su cabello lleno de nuevas trencitas. Era el muñeco favorito de Alluka.

-¡Hermano! ¡Es la primera noche que pasamos separados!

-Ven para acá.--- Acarició la cabeza de la menor y besó su frente. --- ¿Cómo te portaste?

-Muy bien, ¿Cierto Mitosan?

-Tú hermana se portó muy bien Killua. Es una niña adorable.

Se escuchó un fuerte golpe en el segundo piso acompañado de risas.

-Voy a ver que están haciendo mis amigos.--- Killua dejó a las mujeres y subió las escaleras a toda prisa.

Se encontró a Gin sobre Gon en una posición bastante extraña mientras reían como locos. ¿Estaban tomados de la mano?

-¿Qué les pasó?

-Oh, Killua. Jajajaja Gin es muy divertido.

-Y Gon es un torpe.

-¡No me digas torpe!

-¡Te digo como quiero!

-Mañana es mi fiesta y Gin no sabía bailar. Me ofrecí a enseñarle y ...tropezamos.--- Volvió a explotar en risa.

-¡Idiota! ¡No tropezamos! ¡Tú tropezaste!

-¡No me digas idiota!

-Bueno.- Ahora Gin explotó en risa.

Le hizo feliz saber que sus amigos se llevaban tan bien y ya entendía porque estaban de la mano, seguramente cayeron en esa posición y no se soltaron. De igual manera le molestaba que Gin estuviera tan cerca de Gon así que los levantó.

-Gracias Killua --- Dijeron al mismo tiempo y comenzaron a reír.

-Par de idiotas.

-¡No nos digas así!

-Chicos, entren a la ducha, ya vamos a comer. --- Mitosan interrumpió la charla de los chicos.

-¡Esta bien Mitosan! Dijeron al unísono.

Gin fue el primero en entrar a la ducha, dejando a Killua y Gon a solas.

-Gon... Yo tampoco se bailar.

-¿Quieres... Que te enseñe?

-¿Por qué crees que lo estoy diciendo?

-Esta bien. Toma mi mano.

¿Estaba en el cielo? La imagen de Gon ofreciendole su mano le daba tanta paz, siempre la iba a tomar, sin importar las adversidades. El siempre tomaría la mano de Gon.

El moreno comenzó a tararear una melodía mientras pegaba a Killua a su cuerpo, muy cerca, pues quería escuchar su corazón.
El peliblanco pasó sus brazos por los hombros de Gon y este recostó su cabeza cerca del cuello de su amigo. Quería tararear la canción cerca de su oído.
Bailaban abrazados. Gon no le estaba enseñando nada, solo estaban ahí, en un intento de baile. Mientras unían sus cuerpos al son de la voz del moreno.

-Gon, ¿Así se baila?

-Sí, creo.

-¿Y cómo te caíste con Gin?

-Fue una idiotez.

-Ya lo sospechaba. ¿Estás nervioso por cumplir dieciséis?

-No, mientras tú estés a mi lado Killua. No me importaría cumplir mil años si estas conmigo.

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