Invitado inesperado

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Cuando la fiesta estaba en su mayor punto Killua sacó a Gon del lugar y lo llevó al bosque.

-Killua... ¿A dónde me llevas?

-Solo quiero estar a solas contigo un rato. ¿Te molesta?

-No.

Subieron a un árbol alto para ver las estrellas. Killua estaba nervioso, pero ese era el momento. Iba a besar a Gon, por fin iba a probar sus labios.

-Killua... No me vas a decir nada.

-No.

-Esta bien.... ¿Y de qué quieres que hablemos?

-De lo que tu quieras. Solo quiero pasar tiempo contigo.

-Entonces dame un abrazo. Yo tampoco quiero hablar.

-Lo que quiera el cumpleañero.

Killua envolvió a Gon en sus brazos y besó su frente.

-¿Me puedes acariciar el pelo?

-Claro.

Gon se recostó en las piernas de Killua y este comenzó a acariciarle con cuidado el cabello. El albino no resistió más y bajo su cabeza a la altura de Gon para depositar un corto beso en sus labios. Se sintió bien.

El moreno abrió sus ojos de par en par y se acomodó de frente al albino.

-Killua... ¿Qué fue eso?

-Un beso. --- Dijo con calma.

-Me besaste... En la boca.

-Sí. ¿Y? Con los ojos abiertos volvió a darle un corto beso en los labios a Gon. Quería ver todas sus expresiones.

-Killua yo...--- Recibió otro beso.

-Killua... -Un beso más.

-Killu... Esta vez Gon no se resistió. No tenía la paciencia suficiente para el juego que quería llevar acabo el albino. Él quería un beso largo, como los que se daban en las películas.

Se aferró con fuerza a los cabellos blancos con su mano y pegó la boca de Killua a la suya. Ahora sí que ese desteñido no se iba a escapar.

Comenzaron a besarse lentamente para luego abrir sus bocas. Sus corazones estan acelerados y miles de mariposas volaban dentro de sus cuerpos.

-Gon, creo que así no se besa.

-Iba a decir lo mismo.

-Creo que debes abrir un poco tu boca.

-Esta bien.

Volvieron a unir sus labios, ahora con sus bocas más abiertas. Se estaban lamiendo. Ambos lo disfrutaban, pero sabían que así no era un beso.

-Killua, creo que así no es.

-Tenemos toda la noche para aprender.

-Tenemos que unir nuestras lenguas.

-¿Unir las lenguas? --- Killua hizo una cara de asco que hizo sentir mal a Gon.

-Ay Gon, no te sientas mal. Lo siento.

-No te disculpes Killua.

-Claro que voy a unir lenguas contigo.

-Así suena gracioso.

-Lo es.

Estaban desesperados por tener contacto con la boca del otro, así que volvieron a besarse. Esta vez, uniendo todo lo que habían practicado antes. Les costó al principio, pero una vez tuvieron el ritmo, no se detuvieron.

Sus labios estaban perfectamente coordinados en un baile con sus lenguas y la sinfonía que se oía era la de sus corazones. Sentían electricidad recorriendo sus cuerpos, sus mejillas ardian rojas como el rubí y sus manos hacian un pacto con el cabello del otro. Se estaban amando como tantas veces lo habían soñado.

Killua inspeccionaba la boca de Gon con su lengua. Ahora que había entendido como besar no quería dejar de hacerlo nunca.

El aire comenzó a faltarle ambos, pero Gon no se quería separar. Jaló del cabello a su querido amigo haciendo que su cabeza fuera hacía atrás sin separar sus bocas. El albino soltó un pequeño gemido. Esa acción les permitió respirar por la nariz para continuar con el beso un tiempo más. Pero apesar de sus esfuerzos tuvieron que terminarlo. Estaban demasiado agitados y necesitaban respirar.

Se miraron; ambos tenían las mejillas rojas y los labios totalmente hinchados.

-Todos van a saber que nos estuvimos besando.

-¡Que todo el mundo lo sepa Killua!

Bajaron del árbol y se tumbaron en el pasto a ver las estrellas.

-Te amo Gon, aunque eso ya lo sabías.

-Ya me lo habías dicho un par de veces, pero sigue teniendo el mismo efecto en mí. Yo también te amo Killua.

-Es cierto, sigue teniendo el mismo efecto. --- Dijo entre risas nerviosas.

-Esto no te lo he dicho Gon.

-¿Qué cosa?--- Lo miró con atención.

-Me enamoré de ti.

Las mejillas del moreno se tornaron completamente rojas.

-Killua... Yo también me en...

-No lo digas... Ya lo sé.

-Pero quiero decirtelo. Yo me enamo...

-No lo digas. Me da vergüenza.

-Killua, me enamor... Calló a Gon con un beso, pero este se separó.

-Killua, me ena... Volvió a callarlo con un beso.

Gon se paró y salió corriendo.

-¡Killua me enamoré de ti!

Las mejillas del albino se volvieron carmesí, salió persiguiendo a su amado y se lanzó sobre él para besarlo. Cayeron sobre el césped y tranquilamente siguieron el juego entre sus bocas.

-Creo que debemos volver a la fiesta Killua...

-Me quiero quedar contigo.

-Yo también, pero debemos volver a la fiesta.

-Esta bien. ---Se pararon de mala gana y tomados de la mano se encaminaron a la fiesta.

Cuando llegaron los dos se tensaron, al percibir unas auras conocidas. Se aterraron.
Abrieron de un golpe la puerta y se encontraron con Illumi e Hisoka, ¿Qué hacían ahí? Estaban rodeados por todos y la música ya no era audible.

-Solo quería desearle un feliz cumpleaños a mi fruto preferido. --- Dijo el mago con una sonrisa en su rostro.

-Yo quería ver a mis hermanitos---

Supieron que fue mala idea ir cuando notaron que todos en esa fiesta eran cazadores. Si intentaban hacerle daño a Alluka o a Gon, se iban a ir en contra de ellos y eso no era bueno.

Genial, nuevos frutos para mi lista. ¿Ese es el padre de Gon? Ohhh, me estoy encendiendo.

-Hisoka, salgamos de aquí.

Los intrusos fueron expulsados de la fiesta, pero Gin sentía algo... Él los conocía de algún lugar y no recordaba precisamente de cuál.

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