Capítulo 6

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No sabría exactamente decir cuánto tiempo estuve allí,estática,observando a mi rubia amiga bajar de aquel carro y caminar hacia Woodlands,pero fue el suficiente como para que Cato posicionara su mano en mi hombro.

-¿Estás bien?

Era la primera vez que siquiera nos rozábamos.La sensación me embragó varios segundos,como si acabara de anestesiarme. Comenzó con cierta calidez que terminó convirtiéndose en una clase de hormigueo,que mili-segundos luego se sintió como electricidad,y al final fue como si estuviera incendiando mi hombro de una manera tan extraña y agradable a la vez que di un brinco,junto con un pequeño gritito,que lo hizo quitar la mano.

Cuando lo hizo todo se esfumó casi al instante,dejándome desorbitada,algo confundida,como cuando prácticamente saltas de la cama luego de haber dormido por horas y te sientes como si no supieras ni en qué siglo te encuentras.

-Ese auto ... ¿Lo conoces? -Me limité a ignorar su pregunta,aún algo confundida hacia su tacto.

Había sido agradable,y a la vez,desorbitante."¡Deja de pensar en eso y concéntrate en tu amiga!" Me gritó mi subconsciente segundos luego,haciéndome sacudir con levedad la cabeza para quitar esos pensamientos de mi mente,deseando que Cato no volviera a ponerme una mano encima.Me gustaba controlar todo a mi alrededor,y la sensación que su tacto dejó en mi fue todo lo contrario a controlarlo todo,fue como si el control se saliera automáticamente de mis manos.

Se acercó un poco a mi y como instinto me alejé,pero luego noté que había quedado como una tonta porque solo quería observar por la ventanilla.Volvió a girar la cabeza hacia mi,con el ceño fruncido.Su rostro estaba a tan pocos centímetros del mío que podía sentir su respiración fundiéndose con la mía.

-¿Qué auto? -Inquirió,y cuando dirigí mi vista hacia la ventanilla se alejó,volviendo a su lugar.Solté la respiración que ni siquiera sabía que estaba conteniendo,intentando recobrar la compostura que su aliento sobre mi rostro me había quitado.

Su aliento era a menta.El mío quizás al helado por el que había pasado antes de ir a la Biblioteca.

Se me cayó el alma a los pies cuando noté que el auto se había ido.Perdí demasiado tiempo confundida por la actitud de Cassie y probablemente aún más tiempo embriagada por el tacto de Cato.Y su respiración.Su aliento.

-Ninguno,olvídalo -Abrí la puerta y con rapidez salí del vehículo,cerrando la puerta detrás de mi antes de que Cato pudiera preguntarme de qué hablaba.

Mi paso hacia Woodlands fue apresurado,aunque Cato había conducido tan rápido que aún faltaban algunos minutos para las 7.Cuando llegué a la puerta de la gran e imponente reja que rodea el Internado me giré para ver la lujosa camioneta en el mismo lugar que antes de que bajara.¿Quería comprobar si era de las chicas que se escapaban de la escuela o qué? Ignoré ese hecho y me apresuré a tocar el timbre,indicando mi nombre a el portero automático antes de que las rejas se abrieran ante mi.

Me giré nuevamente.El vehículo estaba en marcha ahora.Atravesé la entrada,dirigiéndome a Rectoría para firmar y demostrar que ya estaba allí,que había cumplido el toque de queda establecido,y me apresuré hacia mi dormitorio,sin permitirme pensar en lo sucedido.

El tacto de Cato no era lo importante,sino cómo me había sentido hacia él,pero qué importaba.La forma en que me había ayudado y casi no había sido grosero en toda la tarde,pero qué importaba.Mucho menos importaba la forma en que por unos aproximados 5 minutos mantuvimos una conversación decente,incluso me atrevo a decir entretenida,pero qué importaba.Lo único que me importaba era Cassie,que había bajado de el vehículo de quién sabe quién,viniendo de quién sabe dónde,de hacer quién sabe qué.

God help the girl (CLATO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora