V

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LA UNIÓN

Capitulo V

§

La Sangre te hace pariente.

Pero la Lealtad te hace Familia.

§

Familia

Vlodir se despertó sobresaltado cuando algo fuerte cayó en otra habitación. Se sentía desorientado, preguntándose dónde estaba, se sentó en el suelo.

¿El suelo?

Miró a su Concord observarlo sentado en su almohadón, y le frunció el ceño.

—No digas una palabra.

Vlodir se pasó la mano por la barbilla, le dolía el cuello y la espalda por no dormir en su cama. Todo por culpa de una obstinada terrícola que lo echó de su propia habitación. Después de decirle que debía dormir en su cama, porque no esperaba que su elegida se quedará con él y no había preparado nada, ella prácticamente explotó. Gritándole palabras, de las cuales más de la mitad no entendió, pero si comprendió que ella pensaba que él quería copular con ella. Vlodir se había horrorizado, además que su sistema estaba dormido y que estaba prohibido para los concursantes tener relaciones físicas antes del mandato del Consejo, le había aclarado que no sentía esa necesidad por ella.

Eso había sido un error.

Ella se puso más violenta, tirándole almohadones, aunque sin hacerle daño. Se fue muy ofendida a la habitación, su habitación, y se encerró con su guardiana.

Vlodir volvió a suspirar cuando se escuchó otro ruido y un pequeño chillido. Se levantó y se estiró los huesos adoloridos.

—Vamos antes de que rompan algo.

Abrió la puerta de la habitación de su Concord y ambos salieron.

—No creo que funcione de ese modo Shina—. Se escuchó la voz del gato mientras se acercaban.

—¿Que tan difícil puede ser?— la voz de Shina se escuchaba algo frustrada—. Mmm, no entiendo ni una palabra—, se lamentó.

—Es dialecto alienígena.

—El premio para lo obvio es paraaa...— Su tono alto y cantarín—. Ya lo sé Amina—, se quejó cambiando el timbre—.¿Crees que debería despertarlo?

—Creo que deberías disculparte...

—¿¡Disculparme!?

—Sabes de lo que hablo.. Tu reacción fue exagerada.

—¿¡Exagerada!? Amina...— Shina se detuvo y Vlodir se asomó para observarla en una lucha de miradas con su guardiana, la pequeña en el suelo y la terrícola parada frente a su surtidor.

—¿Tengo que volver a decirte la razón por la cuál creo que te ofendiste tanto? — Shina bufó y se concentró en la pantalla del dispensador, tocando o arrastrando el dedo—. Si, sigue negándolo. Las dos sabemos la razón—, Vlodir se asombró cuando la guardiana lo miró directamente—. Por favor, ven a darnos el desayuno antes de que Shina saque a otro ser vivo de allí para comer.

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