IXX

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LA UNIÓN

Capitulo IXX

§

El progreso es imposible sin el cambio, y aquellos que no pueden cambiar sus mentes, no pueden cambiar nada.

George Bernad Shaw

§

Alianza

Amina se mantuvo cerca del Bekirot, aunque esté ya se había acurrucado y estaba durmiendo una siesta. Ella envidio eso, después de la pelea y, aún con la preocupación a flor de piel por Shina, no podría dormir aunque quisiera. Miró a Vlodir que seguía sosteniendo a Shina, le susurraba al oído cosas que nadie más que la inconsciente hembra podría escuchar. Vlodir parecía haber envejecido diez años en los últimos minutos estresantes que pensaron que la habían perdido. Ella no podía culparlo, Amina misma se sentía más vieja y cansada.

Lo malo es que ni siquiera habían llegado a la mitad de la prueba.

Por lo menos parecía que la panza falsa estaba intacta, aunque era lo que menos le importaba.

Ella observó a las otras parejas y frunció el ceño al ver a Ki-ki con la mirada melancólica mirando a Vlodir y Shina. Ella no estaba muy lejos, así que le llamó para que sentará a su lado. Ki-ki así lo hizo, mientras masticaba algo que había sacado de su bolso, Amina se preguntó si en algún momento ella dejaba de comer.

-¿Por qué tienes esa cara?

Ki-ki la miró con una ceja alzada.

-¿Qué cara?- le pregunto cuando tragó su comida.

-Cara de derrota.

Ki-ki la observó asombrada para luego fruncir el ceño. Su mirada se desvío al macho que era su compañero en la Unión y, recién en ese momento, Amina se dió cuenta.

-¿Y tu Bekirot?

Ki-ki suspiró mientras volvía a concentrarse en su bolso.

-Lo perdimos, mí futuro compañero y yo estábamos peleando en el bosque Dorek y nos lo quitaron.

Amina parpadeó y entendió el por qué de su cara después.

-Entonces perdiste la competencia.

La hembra asintió mientras le ofrecía carne seca que Amina aceptó.

-Debo terminar la prueba si quiero participar en el siguiente giro. Mi futuro... bueno, el macho está muy molesto. Porque supuestamente yo debía cuidar al Bekirot-, se encogió un hombro, como restándole importancia. Pero Amina vio que eso le dolía profundamente.

- Puedes terminar la prueba con nosotros y que ese macho se maneje.

Ki-ki sonrió, está vez llegando a sus ojos. Amina sonrió, pero en seguida su expresión se volvió preocupada al mirar a la pareja. La hembra pareció notarlo.

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