Es Entre Tu Y Yo

₁.₃

El tiempo avanzaba con calma, como si el tiempo no dejara que Jon fuese feliz.
Seguía con el frío abrazándolo sin consolación, el chico estaba completamente solo mientras se ocultaba a un lado del depósito de basura hasta que un fuerte golpe frente a el llamó su atención.

Sus ojos se abrieron de forma tan amplia por la sorpresa que cayó ante el, era el chico rubio quien le había estado golpeando con el palo, por la caída se había torcido el cuello pero parecía como si se aferrar a la vida ya que aún se retorcía mientas por su boca saliva abundante acompañado de algo de espuma, las venas de su cuello se veían más gruesas por la presión que hacía el chico así como su rostro se ponía completamente rojo al intentar respirar con normalidad.

Jon comenzó a gatear hasta el debido a la curiosidad que le generaba y cuando estuvo a punto de tocarlo, este comenzó a gritar después de un crujido.
Jon retrocedió por el miedo, pero al ver los pies del rubio se llevó la sorpresa de ver a Robin sobre sus rodillas las cuales se habían destrozado por el impacto.

—Nunca jamás, volverás a tocarlo— El vigilante se acercó hasta la cabeza del rubio y lo sujeto por el cabello dejando que este se deslizaba entre sus dedos.
Los sujeto con fuerza y levantó la cabeza para así impactarlo con fuerza.

—Robin no, dejalo— Jon se acercó pero el moreno no le hizo caso y sólo lo apartó.

—No dejaré que te vuelvan a tocar y salgan con vida— Este sonrío para seguir pegándole contra el suelo hasta destrozar la parte inferior de su cráneo.

—Por favor—

Robin se puso de pie y se mordió la lengua por la manera tan satisfactoria en que lloraba aquel chico y sin pensarlo comenzó a darle patadas en el rostro hasta verle deforme.

Pronto se giro para ver al menor pero el verle el rostro fue un latido bastante fuerte para Damián quien se quedó boquiabierto en cuanto vio a su protegido con sus ojos comenzando a brillar de un color escarlata.

Sin pensarlo, Robin corrió para abrazarlo y darle palmadas así como le acariciaba una mejilla para que esté se tranquilizara, cosa que fue bastante efectiva.

—Jon, Jon, tranquilo—

—Es solo que, no importa que tan malvada o cruel sea una persona, todos necesitamos una segunda oportunidad para remediar las cosas que hemos hecho. No sabes si el se arrepentirá y comenzaría a hacer actos buenos para remediar los anteriores... —

—En Gotham las cosas no son así —

—Este mundo no te deja ser bueno—

El menor se apartó del vigilante para así salir de aquel callejón y así comenzar a correr por la calle, siendo esto algo que no permitiría Damián.
Este le siguió hasta poder lanzarse sobre el y abrazarlo con la fuerza suficiente para no dejarlo ir.

—Solo una cosa más, ¿hace cuanto que no que tomas tus medicamentos? —

—Al diablo con eso, la medicación injustificada es una estúpidez —

—No es injustificada Jon, todo en la vida tiene una razón así como yo te oculto las cosas para mantenerte a salvo — Robin se quitaría el antifaz para sonreírle a Jon.

El momento se volvió para nada especial, aunque en la mirada de Jon parecía ser que todo era un sueño realizado ya que sus dos personas favoritas resultaron ser sólo una.

—Te explicare las cosas camino a casa, empezando por ti psicólogo Hal Jordán, quien en realidad no es nada más que un homosexual misogino, oh algo por el estilo— el moreno volvió a usar su antifaz y tomó al menor de la mano para así caminar un par de cuadras más en donde estaba la motocicleta que anteriormente ya había conocido.

—¿Como sabes sobre lo de mi psicólogo y su nombre? —

—¿Me creerás si te digo que nuestros padres estuvieron en un grupo con personas un poco similares a mi? —

—¿Te refieres a que mis papas son asesinos? —

—Me mataran pero lo diré, tu papá y el mío, trabajaron con otras personas vestidas en mallas y... —

—Detente, no quiero imaginar a mi papá en mallas, una vez le vi en el sofá en una posición con la que estaba esperando a tu padre y no pude sacar esa imagen de mi mente hasta el día de hoy, gracias—

En cuanto ambos estuvieron en la motocicleta era más que obvio que se esperaba que acelerará, cosa que no duró demasiado ya que de un instante para otro iban en camino.

Pero no fue todo ya que en cuanto el humo del motor se esparció, se vio la silueta de alguien salir detrás de un muro, pues era el chico que había tomado las cosas de Jon, aquel quien se hizo llamar hijo de Slade.

—Os juro que iré por ambos— Lanzó su chamarra al suelo solo para así dejar ver un traje de color negro con una "X" de color rojo pintada en el centro.
Acto seguido sacaría su móvil para así comenzar a llamar.

Pasaron alrededor de 26 minutos hasta que Jon y Robin llegaron a la mansión, siendo así que el segundo ayudar al menor para que pudiese entrar por la ventana nuevamente.
Estaba dentro de la habitación y optó por usar una camiseta de un color verde pastel así como cambio sus jeans rotos para usar una pijama más cómoda.

Movió la cama de la puerta y salió en dirección a la puerta de la habitación de su padre para así tocar en tono suave.

Para su sorpresa fue Bruce quien salió, su pecho estaba descubierto y Jon no quiso preguntar nada si no que intentó pasar pero Bruce lo regresó.

—Lo siento Jonathan pero Clark no está en condiciones de querer verte—

El pequeño adolescente quiso echar una mirada pero fue en vano ya que la puerta se cerró en su cara y así quedar solo en el pasillo, eso antes de que Damián abriera la puerta de su habitación y pudiese hacerle una seña de que pasara.

Jon fue como un cordero obediente que no dudo en entrar, fue la primera vez que le habían invitado a entrar a esa habitación y aceptó sin problemas.

En cuanto llegó se sentó en el borde de la cama para así ver cómo cerraban con seguro.

—Bien, entonces hablemos sobre todo lo que sucedió desde que llegaste a esta casa —

A Jon le sudaron las manos de forma nerviosa y tras asentir, Damián se sentó junto a él para besar su mejilla de una forma completamente dulce.

—Comenzaré diciendo que fue mi culpa—

—¿Tu culpa? Fui yo quien entró solo a los baños—

—Pero no fuiste tu quien esparció fotos tuyas a pedofilos de cualquier parte del mundo, así que lo siento—

—¿Hiciste que? —

—En verdad lo siento, no tenía mis emociones tan claras y quer... — fue callado por un golpe en su pómulo derecho que lo hizo caer al suelo.

Pero el corazón del menor no pudo resistir y le ayudó a ponerse de pie.

—Y solo lo hago por recordar a quienes se quedaron para seguir complaciendo a Bane—

Damián trató de soportar el dolor para no mostrar una entrada de debilidad.
Pero aún así sujeto la mano de su querido para acariciar sus dedos.

—Pero continuemos con los amigos de nuestros padres, los trajes y tu medicamento—

—Vale, entiendo que usan trajes como tu, de Bruce y papa no entiendo pero del medicamento no entiendo que tiene que ver en esta conversación.

Damián suspiro y se rasco una ceja para así levantar la mirada un tanto más tranquilo, siendo este el momento de comenzar.

—Tu medicamento tiene fibra de kryptonita—