26. SECOND CHANSE

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Abrí mis ojos lentamente. Una brillante luz blanca me impedía enfocar la vista. De fondo, se escuchaban aquellos pitidos continuos que indicaban el ritmo cardíaco de una persona. ¿Estaba en un hospital?

Me reincorporé lentamente, la cabeza me dolía demasiado. Al sentarme noté cómo mi cuerpo, en especial mi estómago, se quejaba de dolor. Me llevé la mano hacia dicha zona y sentí que estaba cubierta por vendas.

Miré confundida por toda la habitación, en donde mi vista se centró en la joven azabache con coletas que dormía con el rostro fruncido sobre un incómodo sofá.

"¿Ma... Marinette?" Tartamudeé, impresionada por oír mi propia voz tan ronca, como si no hubiese hablado en días. La azabache abrió los ojos lentamente, pero cuando enfocó su vista en mí, los puso como platos. Inmediatamente corrió hasta la cama y me tomó de la mano, para luego llevar ésta a sus labios y besarla afectuosamente. Vi sus ojos repletos de lágrimas.

"¡Doctor! ¡Señora Tomoe! ¡Despertó!" Gritó poco después. ¿Qué pasa?

Luego de nada más que dos segundos, un joven de no más de 28 años, ingresó al cuarto seguido por mi madre, ambos con los rostros sorprendidos. Mi madre se acercó a mi llorando y me tomó por el rostro para llenarlo de besos pequeños.

"Ma... Madre." Me quejé, sin entender nada.

"¡Kagami! ¿Cómo pudiste hacernos eso?" Lloraba ella. —"¿Cómo se te ocurrió que quitarte la vida sería la salida más fácil?"— Entonces caí en cuenta de lo que ocurría. No había muerto. ¿Cómo era posible?

"Señora Tomoe, creo que Kagami necesita unos minutos para reponerse." La calmó el doctor, tomándola por los hombros. Ella asintió.

"Kagami. ¿Cómo te sientes?" Me preguntó Marinette, con la voz endulzada.

"Confundida." Contesté. —"¿Cómo?"— Pregunté, boquiabierta hacia el doctor.

"Todo tendrá sentido en poco tiempo, pero ahora tú necesitas descansar. Acabas de salir de un coma de dos meses, no es cosa para tomárselo a la ligera." ¿Dos meses? Me quedé perpleja y una lágrima se deslizó por mi mejilla.

"¿Por qué no me desconectaron?" Pregunté furiosa. —"¿Qué acaso no entendieron que quería morirme?"— Solté, completa de ira.

"Kagami, cálmate, por favor." Me pidió el doctor.

"¡No!" Le grité.

"Enfermera." Pidió él y una jovencita ingresó a la habitación con una jeringa, la cual vació su contenido en un pequeño tubo. Entendí lo que me hicieron en cuanto mis ojos se volvieron pesados y caí en un profundo sueño.

Al cabo de unas horas, o eso quería imaginar, abrí los ojos para encontrarme con una pelirroja

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Al cabo de unas horas, o eso quería imaginar, abrí los ojos para encontrarme con una pelirroja.

"Hola, Kagami." Sonrió ella. —"Bienvenida de vuelta."— Agregó con la voz más dulce que jamás había oído, anotando algo en una libreta. Estaba vestida con ropa muy formal. —"Mi nombre es Caline Bustier y seré tu psiquiatra."— Abrí los ojos expresando sorpresa. —"Lo sé, lo sé...No necesitas una psiquiatra"— Dijo, imitando mi voz que por alguna extraña razón conocía. —"Pero tienes que entender que estoy aquí para ayudarte. Además, nada de lo que me digas a mí le será comentado a nadie, ni si quiera a tus padres si así lo deseas."— Asentí levemente. —"Bien."— Sonrió ella. Tenía una sonrisa muy cálida. —"¿Qué me dices si empezamos por hablar sobre lo que ocurrió esa noche de otoño en tu cuarto? ¿Lo recuerdas?"— Me preguntó, sentándose a mi lado y dejando un poco su posición fría que antes cargaba.

Teach Me How To Love |LUKAGAMI| COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora