Era sábado, ni siquiera sabía la hora, pero el Sol ya estaba alumbrando mi ventana, así que supuse que serían aproximadamente las 10 de la mañana. Como mi hermano me apresuró a salir de la cama rápidamente para ir a una Plaza, me fui a bañar y encontré una pequeña nota detrás de la bañera que no había visto a pesar de que ya había usado la regadera los días anteriores. Agradezco que Julio no la haya visto primero que yo.
La nota decía:
Me recordarás con cada gota de agua, te lo aseguro.
-E
Me tuve que preguntar ¿Acaso habré dormido tanto el día que enfermé como para que le diera tiempo de ver no solo mi habitación, sino toda la casa de arriba hacia abajo? Esa nota la escribió con una de las hojas que tengo en los cajones de mi escritorio ¡Y ahí estaba mi diario!
Rápidamente me dirigí a revisar que todo estuviera en orden, pero encontré una segunda nota en la portada de mi diario.
No lo leí, lo juro, pero quisiera saber qué es lo que piensas al deslizar la pluma sobre el papel.
-E
No supe si debería creer lo que dice, pero decidí hacerlo para no pensar que alguien leyó lo que jamás le he contado a nadie. Una parte de mí estuvo aliviada, pero otra parte de mí se preguntó el por qué Eiden tenía tanto interés por saber sobre mis pensamientos.
Una vez que ya me tranquilicé un poco, volví al cuarto de baño y entré a la regadera. Él tenía razón, cada que escuchaba las gotas caer lo imaginaba frente a mí, recordaba la caída que tuvimos y nuestro acercamiento milimétrico, la apariencia que tenía con el cabello húmedo provocando que me atrajera aún más, su pecho rígido al tacto y que a pesar de ello sentí su calidez por unos instantes. Parece que me ha lanzado un hechizo, uno realmente fuerte porque al mantener los ojos cerrados aparece su mirada en medio de la oscuridad, ese tono azul ultramar que tantas veces ya he visto pero aún sigo sin acostumbrarme a su presencia.
Vianey ¿Qué estás haciendo? No estarás a punto de romper tu propia regla ¿O sí?
Claro que no, solo intento pensar que lo veré constantemente y que ya debería considerar su compañía como algo natural.
¿Natural? ¿Has dicho natural? ¡Ese hombre no tiene nada de natural! Sus ojos son tan atrayentes a ti que incluso los ves en medio de la nada, sus palabras se quedan grabadas en tu memoria con tal facilidad que parecen una marca eterna, ¿te das cuenta de la gravedad del asunto?
Esto no es tan grave como parece. No te mortifiques demasiado Vía número 2.
¡Claro! ¿Qué no me mortifique dices? Te aseguró que no durarás mucho con este contrato.
Ey, relájate. Mira, tengo un plan. Lo único que debo hacer es concentrarme en la escuela, en mis pinturas, en algo que mantenga mi cabeza ocupada.
No es tan mala idea, si eso te permite dejar de pensar en Eiden, por mí está bien. De acuerdo Vía número 1.
Salí de bañarme y me puse lo primero que encontré en mi armario, que fueron unos jeans blancos al igual que los tenis y una sudadera roja con el logo de Superman estampado en ella.
Ni siquiera me dio tiempo de sacarme el cabello, porque Julio ya me estaba llamando para salir, pero al menos tuve la oportunidad de arreglar un poco mi cara y enchinarme las pestañas, no es que me ponga muy exigente con el maquillaje, porque de hecho no sé mucho sobre belleza, pero tampoco me gusta salir con las pestañas caídas.
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Primera advertencia
Teen Fiction"Me duele el pecho pero no estoy sangrando, tal vez es esto a lo que los doctores le llamen un ataque al corazón...pienso que más bien es lo que las personas llaman un corazón roto, es la primera vez que lo siento, es la primera vez que me he enamor...