Llegó el día martes, pasaron varios días después de la conversación que tuve con Julio, ahora me encontraba completamente perdida, ya no sabía qué era lo que debía hacer o sentir ¿qué pasaría con el contrato? Si Julio se daba cuenta de que yo estaba cerca de Eiden me iría muy mal, pero tampoco podría abandonarlo y faltar a mi palabra, porque al final yo prometí ayudarlo ¡y por un año! ¿Cómo le voy a hacer? No quiero que Julio me vea como una mentirosa, pero tampoco defraudaré a Eiden...por Dios, todo esto ya se ha complicado y ni siquiera es que ya hayamos progresado demasiado, en realidad siento que no hemos progresado en lo absoluto, no he sabido nada de Beca, necesito un descanso de toda esta locura y lo peor de todo es que no me concentro en mis estudios.
Me encontraba en la escuela con varios compañeros porque en realidad debo reconocer que no considero a ninguno de ellos como amigos, solamente con algunos hago trabajos en equipo pero nada más. Mis amigas verdaderas son Zu, Lin Lin y Momo; es un tanto solitario decir que una chica de 18 años solo tiene la cantidad de amigos que puede contar con una sola mano y aun así, me están sobrando dedos. En fin, siempre he pensado que las personas no necesitan tener miles de amigos para sentirse importantes o admirados, con uno solo bastaría si existe una verdadera amistad y una conexión honesta.
Tenía una hora libre así que decidí enviar un mensaje de texto a Eiden, era urgente que nos encontráramos:
Te espero a las 2:10 fuera de la escuela, necesito hablar contigo, es importante.
Espero que lo lea porque mi batería estaba a punto de morir, él me prometió que estaría ahí siempre que lo llamara, así que cuento con eso.
Mientras estaba caminando por los pasillos buscando un lugar cómodo en dónde sentarme para descansar y pensar en dónde debería almorzar, vi en uno de los salones a Gerald tomando apuntes de matemáticas, parecía muy concentrado en su clase que estaba por terminar así que decidí esperar fuera para encontrarme con él "casualmente".
Ya decía yo que la primera vez que lo vi me resultaba familiar, lo había observado ocasionalmente rondando por los pasillos, ese físico no pasa desapercibido pero jamás me concentré demasiado en él, hasta ahora hice memoria ¡él va en la misma escuela que yo! Aunque luce bastante diferente a como lo recuerdo, parece más tímido, incluso tierno, todo lo contrario a como lo analicé antes, se encontraba en las bancas traseras y tenía su mochila entre las piernas como si quisiera protegerse del mundo con ella, usaba lentes redondos que le daban un aire intelectual, el cabello lo tenía despeinado y su ropa era muy particular, llevaba una playera con cuello alto color negro y un saco azul marino ¿por qué se ve tan distinto? Incluso entrecerré los ojos para cerciorarme de que no estaba confundiéndome de persona, pero no, no me estaba equivocando, era él, ahora estaba completamente segura.
No pasaron más de cinco minutos cuando escuché que el profesor dio por terminada su clase, yo abrí uno de los libros que tenía y esperé a escasos pasos de la puerta del salón pero siempre al pendiente cuando todos salieran. Rápidamente tomé el libro entre mis manos y caminé en dirección al salón fingiendo una lectura profunda y cuando salió Gerald fue inevitable que no nos encontráramos casi frente a frente.
-Vianey ¿cierto?, te vi pasar a lo lejos y pensé en venir a saludarte ¿te acuerdas de mí?- me dijo con algo de pena, lo supe porque mientras intentaba saludarme se estaba pasando una mano por el cuello, tenía la cabeza baja y procuraba no tener contacto visual, al parecer no soy la única chica tímida al iniciar una conversación.
-Hola...si esa soy yo, al menos recuerdas mi nombre, me sorprendiste, este es el último lugar en el que me imaginé encontrarte de nuevo, no sabía que estudiabas en la misma escuela que yo, nunca te había visto, o más bien...si te había visto pero no sabía quién eras, es decir, ahora sé quién eres y también sé que ya te había visto con anterioridad pero nunca te pregunté tu nombre...-
ESTÁS LEYENDO
Primera advertencia
Ficção Adolescente"Me duele el pecho pero no estoy sangrando, tal vez es esto a lo que los doctores le llamen un ataque al corazón...pienso que más bien es lo que las personas llaman un corazón roto, es la primera vez que lo siento, es la primera vez que me he enamor...