'Cause I love it ✧ JIKOOK.

ʚ06ɞ

Estiré mis brazos cuando terminé de bajar de las escaleras para salir del avión, reteniendo mis ganas de de tirarme al piso y besarlo como sólo un loco lo haría. Pero ya había hecho suficientes locuras por los siguientes ocho años.

Era de noche y estaba nevando, sólo esperaba que no hubiera ninguna tormenta por el momento, hacía suficiente frío para mí.

Tae y yo compartimos un abrazo al finalmente estar en nuestro destino, nos dimos unas cuantas palmadas en la espalda antes de comenzar caminar abrazados de lado.

Si dices que parecemos novios te muerdo.

Recogimos nuestras maletas más adelante, fuimos a una casa de cambio para cambiar todos los dólares que llevaba encima al igual que Tae y nos dispusimos a tomar un taxi que nos llevara al edificio de apartamentos donde había alquilado una habitación primeramente para dejar nuestro maleterío, en especial yo. Llegamos, era cerca del centro de Seúl, así que suponía que le había costado un poco a Tae alquilar aquella habitación por un mes. Sonreí por todo lo que había logrado, y le di un golpe con mi puño en el hombro no tan fuerte. Él aún así se quejó y se lo sobó, quitando su vista del edificio donde viviríamos de ahora en adelante (tal vez no por mucho tiempo si era optimista), porque nos lo habíamos quedado contemplando.

—¡Ay! ¿Porqué hiciste eso?

—Felicitaciones por tu esfuerzo, Tae —le sonreí.— has hecho un muy buen trabajo ahorrando, prometo que te ayudaré con los gastos.

—¿Y eso a qué viene? Y obvio que me vas a ayudar a pagar algunas cosas, tu venida aquí no es gratis —dijo en tono de broma y nos reímos.

—No, nada. Aquí viendo el resultado de todos tus esfuerzos este último año...

Él sonrió, y volvió la vista al edificio, que tenía algunas ventanas iluminadas. Suspiró.

—Sí, me satisface ver todo lo que he logrado... —me volteó a mirar y me abrazó por los hombros para hacerme cerillo en la cabeza, alborotando mis cabellos rubios.— pero más me alegra que estés aquí conmigo, enano.

—¡No soy un enano, estúpido! ¡Suélteme! ¡Ay, ay! —le pisé el pie y me soltó, quejándose.

—¡Tonto!

—Imbécil —le saqué la lengua.

—Ahora verás, pequeño diablillo —me alarmé cuando le vi las intenciones de atraparme para hacerme cosquillas. Me estremecí de la sola idea porque era muy cosquilludo, y enseguida comencé a correr riéndome estruendosamente.

No llevamos ni una hora aquí y ya estábamos haciendo un escándalo. Ni siquiera habíamos llegado al apartamento, pero así éramos TaeHyung y yo juntos.

Correteando por la acera como unos niños a medianoche, Tae y yo pasamos un momento divertido más como mejores amigos. Lo quería mucho y lo apreciaba, pero ssshhh, no se lo digan que se le sube el ego.

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Terminamos todos sudados y cansados, pero con grandes sonrisas en el rostro. El guardia nos miró un poco raro cuando Tae le pidió las llaves, pero nos las dio. Subimos las escaleras haciéndonos mofas y llegamos a la puerta de nuestro nuevo hogar picándonos las costillas.

Dejamos todo nuestro equipaje en un rincón, y decidimos que debíamos darnos una ducha.

—Este apartamento es de un solo cuarto —hizo una mueca mientras ambos buscábamos ropa en nuestras maletas.— no pensé que al final vendrías conmigo.