Liberty (Chifuyu, Mikey y T/n)

[Vol:2]

Tras el reencuentro con Naoto, Takemichi parecía decidido a cambiar el futuro con tal de poder salvar a Hinata, su querida novia. Por lo que ya había conseguido salvar a su amigo Takeshi de una horripilante pelea que lo llevaría a una brutal paliza, oponiéndose el mismo y ofreciéndose para aquella pelea.

Al parecer perdió, pero para aquellas dos personas superiores a cualquiera en aquella plaza llena de chavales, el ganó. A Mikey le llamó la atención aquella valentía que de la nada apareció en el rubio teñido. Y gracias a ese simple e insignificante cambio, tu estas aquí.

...

Si me pregunto que es lo que mas le importa a mi padre, no dudaría ante nada. Se exactamente que es el dinero, y eso no me duele, tampoco me deja sin dormir. Pero siempre pensé que tras aquello había una pequeña luz capaz de dar cariño y acoger en sus brazos a su hija, su pequeña princesa como solía llamarme mi madre.

Ahora sé que no, o quizás esto tan sólo sea una prueba de el. Pero saber que tras cambiar misteriosamente de idea y el comprarme un piso en el barrio mas bajo de Tokyo me hace pensar en muchas cosas. Aun así, me gusta lo que siento, estos son cambios, lo que estuve buscando en la gran mansión en la que vivía desde toda mi vida.

Mire de nuevo mi uniforme el cual llegó hace dos días y accidentalmente manché de salsa de tomate por probármelo mientras comía. Suspiré al recordar como me costó sacar esa mancha, aunque también debía ser porque nunca lavé nada en mi vida.

Pare en seco mis pies al llegar a la escuela, justo aquí era, eso marcaba en google maps. Seguí caminando adentro hasta mi aula respectiva, pero al parecer en el pasillo aquel montón de personas se paró para escuchar a alguien del fondo y posteriormente tumbarse en el suelo.

Mire a mis alrededores anonadada viendo como al final del pasillo se encontraba un chico bastante alto con una trenza y un tatuaje al lateral de su cabeza con aspecto bastante doloroso. A su lado un chico que podría medir lo mismo que lucia una melena rubia natural bastante llamativa.

Al fin los pude escuchar bien, ellos fueron los que los mandaron a tumbarse en el suelo con una simple amenaza.

— Pero... ¿sois idiotas o que os pasa?— Les grité mientras sostenía con fuerza mi collar. Mientras me acercaba a ellos intentando no pisar a los pobres chicos.

Los dos rubios me observaban con una mirada frívola y sin sentimiento. Cualquiera diría que necesitaría ayuda después de esto.

— Que os ha hecho ellos para que le deis estas ordenes. Por si no lo sabeis son personas y no alfombras. — Sentí la mirada del rubio pequeño encima de mi y luego la llevo a algo que se encontraba detrás de mi.

Mk: Ya...— Se acercó un poco más a mi lado para después ponerle un pie en la cara del primer chico que seguía la fila de todos los que se encontraban en el suelo.

— ¿Que estas haciendo? Por favor para...— Lo único bueno que recogí en la casa es como me criaron. La verdad es que agradezco ser una chica con valores y que sabe respetar a cualquier persona que te trate bien.

Mk: Te estaba observando por debajo de la falda. — Sentí mis mejillas arder automáticamente. Me alejé un poco y baje un poco mas mi falda.

— Entiendo, gracias por decírmelo. — Levanté mi vista hacia los dos chicos con mirada suplicante. — Pero haced que se levanten. No soporto que alguien se sienta débil ante otro por simple miedo. De nuevo el chico se acerco mientras el alto se quedaba quieto observándonos.

Mk: ¿como te llamas?— Preguntó mientras sus labios ser curvaban hacia arriba agraciando mucho mas sus facciones.

— Me llamo T/n, T/n Brown. — Me fije en sus ojos, coloreados por un azul oscuro, tan oscuro como aquella mirada que hace segundos me lanzó cuando le dirigí la palabra. Parecían tan bonitos como peligrosos.