Hina: ¿Dios mío T/n estas segura que esto no es demasiado formal? — Preguntó mi amiga tras verse al espejo.
— Así me vestían en Kyoto. — Dije mientras sacaba mas ropa de una bolsa.
Hina: Todas estas prendas son muy caras. — Me encogí de hombros. — ¿enserio me las puedo quedar?. — Preguntó incrédula.
— Claro, no las uso. — Dije mientras asentía.
La puerta de la habitación se abrió tras un leve golpeteo.
— Oh, Naoto-san ¿ya estas preparado?— El menor por un año asintió un poco tímido. Me causaba un poco de gracia y dulzura aquella mirada del hermano de Hina-chan, esa mirada de timidez mientras levemente fruncia su ceño sin que el se diese cuenta me causaba mucha ternura.
— Bien, pues no tardemos más. Naoto tu hermana se ha cambiado como tres veces.— Le susurre al pelinegro.
Hina: ¡Oye! !Eso no es verdad!— Gritó mientras hacía el amago de no sonreír debido a la cara graciosa que le puse.
El timbre de mi apartamento por poco tiempo sonó, dándome a entender que la hora de partir hacia el nuevo hogar para cenar con mi padre y gracias a dios también con mi amiga y su hermano había llegado.
En unos minutos fuimos trasladados hasta la nueva residencia por un nuevo chofer de papa, no era de esperarse que cada día contratase más personal, él y sus manías. De nuevo Hina y Naoto de sorprendieron por la comodidad y discreción que brindaba cada coche de papa, es irremediable que no se sorprendan a mi también me gustaría hacerlo.
Por suerte el viajo no duró mucho, paró en el centro de Tokyo en frente de un edificio alto y cubierto de cristales. Su pequeña fuente delantera estaba acompañada de un pequeño mural de mármol blanco que portaba una placa con el nombre del edificio. Ni lo llegué a leer ya que no me interesaba. Al entrar el personal nos recibió a los tres, en especial a mí.
— Bienvenida sea señorita Brown su padre la espera en la décimo quinta planta decimoquinta. Puerta 7. — Dijó mientras mostraba una cordial reverencia. Tras darle las gracias nos acompañó donde era.
Al entrar un mayordomo nos recibió, observe la casa con todas mis pertenencias ya colocadas. El pasillo era bastante amplio cubierto con una estrecha alfombra roja, el parqué cubría toda la zona dandole un toque bastante acogedor. A mano derecha teníamos una habitación diseñada expresamente para tomar el té como tradición japonesa. De hecho en la habitación también estaba preparada para guardar los utensilios para crear té matcha casero.
Siguiendo el pasillo hacia delante, dejando de lado los grande cuadros raros y pergaminos japoneses enmarcados caminamos hasta lo que sería el living, me alegré de ver que la casa sería grande pero sin demasiadas habitaciones.
Las grandes cristaleras captaron toda mi atención.
Hina: Woah T/n esto es un sueño. — Comentó mi amiga mientras no abría la boca de par en par.
— Si...— No muy convencida giré mi vista. Una chimenea. Esto debería de sumarle mas valor, esta claro que ls últimos pisos se lo podían permitir.
Me senté varías veces en los sofás de cuero blancos acompañados con mantas de terciopelo negro. Eran bastante cómodas, una vez más pensé en porque mi padre me brindó tanta comodidad. Si al primcipio me dejó en los peores barrios de Tokyo.
¿Quizás pensaba que me cansaría?
Escuché los pasos en el pasillo, eran varios a decir verdad.
Ahora que lo recuerdo ignoré totalmente la presencia del mayordomo el cual ahora acompaña a mi padre.
Padre: Buenas noches. — Dijo al ver como Naoto, Hina y yo inclinábamos nuestros cuerpos a modo de saludo.— Veo que ya has visto tu nuevo hogar. No es gran cosa pero supongo que no querías un apartamento grande. — Dijo mirándome apático.
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Liberty (Chifuyu, Mikey y T/n)
FanfictionVivi toda mi vida abasteciéndome de fantasías y sueños que no llegaban a cumplirse. Soñar no es gratis, el producto eres tu. Y ya es hora de cambiar esto.