Liberty (Chifuyu, Mikey y T/n)

[Vol:7]

Que descuidada soy. Y mira que me di un tiempo para relajar mis locas hormonas y voy yo y me quedo dormida en la moto de Chifuyu y me dejo mi maletín.

Suspiré mientras me arreglaba la corbata y después peinaba mi cabello. Por lo menos, ayer estaba completamente descansada, no se como fue pero dormí como los ángeles. Observé las puntas abiertas de los mechones de mi cabello, es verdad si estuviese en casa el señor minatozaki hubiese llamado a mi peluquero, pero esta vez podré ir a la peluquería y pediré lo que yo quiera.

Mikey: ¿Que es lo que te tiene tan feliz T/n?— Miré de reojo con los ojos bien abiertos.

— Que haces aquí Mikey, creía que estaba loca. ¿Como entraste?— El rubio carcajeo para después sacar su lengua.

Mikey: Fácil, se que dejas la llave en la maceta de al lado de la puerta. No lo hagas más. — Me acarició la barbilla.

— Eh...tomaré eso en cuenta.— justo cuando iba a tomar mi maletín para irme recordé que no lo tenía, y justo Chifuyu debía estar esperándome fuera de casa.

Salí corriendo por la puerta y efectivamente ahí se encontraba el ojiverde. Apoyado en su moto con sus brazos cruzados mientras portaba un lindo suéter de punto color gris. Miraba hacía abajo, mientras en su boca se encontraba un chupa-chups.

— Chifuyu— Chille mientras me apoyaba a la barandilla de afuera. Justo cuando el rubio levantó su mirada corrí escaleras abajo. — Lo siento si te hice esperar...— El chico solo se dispuso a tomar el maletín y dármelo sin decir absolutamente nada. Todavía.

Chifuyu: ¿Es un poco tarde... quieres que te lleve en moto?— Levanté mis cejas un poco sorprendida.

Mikey: Anda Chifuyu, que sorpresa encontrarte aquí. — Mikey apareció de la nada detrás de mí, logrando captar toda la atención de Chifuyu. Por un momento me sentí una maceta.

Si os cuento como acabó la situación al final pues... Los dos rubios me acompañaron a la escuela, a pie por cierto, pero lo raro es que ellos dos caminaban hacia delante hablando de cosas dejándome a mi un tanto apartada. Pero no me quejaba pues me sentía un tanto avergonzada, no sé porque.

Al entrar Hina me recibió con los brazos abiertos un tanto confundida por mis dos acompañantes a estas horas de la mañana. Para mi suerte no preguntó, así que no tendría que pensar en alguna respuesta válida para la peliroja.

Las clases terminaron bastante rápido, yo tan solo me dirigí a la salida junto mi amiga.

Hina: Oye T/n, ¿Mikey te gusta?— La miré de reojo y luego seguí con mi mirada hacia delante.

— No...- Respondí un poco confundida.— Mejor dicho, me atrae. Todavía no estoy segura Hina, es la primera vez que siento algo así. — Mire amiga la cual me miraba sonriente.

Hina: Pero no te pongas así, no es un crimen. Estoy segura de que ambos se gustan, y no hay nada malo en eso T/n-chan. — Me regaló una cálida sonrisa la cual para nada me hacía sentirme bien.

¿Por qué? Por el simple hecho de que había otro chico más que me hacía sentir atracción.

Hina: ¿Oye quieres ir mañana a comer ramen con Emma y yo?— De nuevo sumida en mis pensamientos volví al presente gracia a Hina.

— ¿Solo nosotras? — Asintió.

Hina: Bueno si quieres puedes llamar a Mikey, o al chico de hoy. ¿Por cierto como se llama? Si que era guapo...— Le sonreí de lado.

— Hina... Takemichi se pondrá triste si escucha eso y lo harás llorar. — Las dos comenzamos a reír. Imaginándonos al rubio con cresta de pollo con cara de sorprendido tras escuchar lo que decía Hina.