Liberty (Chifuyu, Mikey y T/n)

[Vol:10]

[¡¡AVISO!!: Si desea disfrutar mucho más el capítulo asegúrese de permanecer en una zona tranquila sin ruido, apagar las luces y cuando vea el corazón morado "💜" ponga la canción. :3]

A pesar de que todos estuviesen hablando, nadie lo volvió a mirar. Excepto yo, que moría de ganas por arrodillarme y limpiar la sangre que brotaba de sus cara.

Pero era una cobarde, y no quería mostrar mis sentimientos delante de estos monstruos, porque sabía que si ya me veían inferior a mi, seguro a Chifuyu todavía más.

Solo permanecía mirando esos ojos, deseando que se abriesen, y adiándome una vez más por ni siquiera moverme.

Justo cuando creía que en todo el día era imposible que sucediese algo peor escuché la conversación de Baji y Takemichi. Bueno, en realidad estábamos todos metidos.

Ojalá nunca la hubiese escuchado.

Lo quiero mucho.

Mikey, la persona más transparente y noble que he podido conocer... ¿Por qué él? ¿Por que lo quieren matar? Si fue Mikey el que más sufrió...

El 31 de octubre en el cementerio de autos Valhalla y la ToMan tendrán su batalla final. Mi sangre se volvió a helar de nuevo, ¿por qué debía presenciar todo esto?

¿Como conseguiría traer de vuelta Takemichi a Baji? Imposible... no quiero que estos tiempos acaben, no quiero que a nadie le ocurra nada más pero viendo donde estoy eso me parece muy difícil.

💜

Me acerqué por primera vez a Chifuyu, el cual seguía donde estaba. Con suerte vi como respiraba normal, y su ojo derecho se encontraba medio abierto.

Sin avisar y muerta de miedo lo tomé . Pesaba bastante, y mis piernas que no dejaban de temblar no ayudaban. Takemichi me ayudó en cuanto me vi0.

Pedí un taxi, el cual al ver el estado de Chifuyu no pudo evitar impactarse un poco. Al igual que todos los transeúntes de la calle que habíamos cruzado con la ayuda de Takemichi.

Senté a Chifuyu en el asiento y luego posé su cabeza en mi hombro, se encontraba inconsciente así que supuse que su cuello estaría mejor de esa manera. El taxi paró, pague lo que fuese y llevé al rubio a mi casa.

Subiendo las escaleras, al llegar a la última el rubio se paró logrando quedarse de pies pero con un poco de mareo. Lo volví a ayudar tomando su brazo y pasándolo por mis hombros.

Chifuyu: T/n...— Musitó el ojiverde.

— Ya llegamos a mi casa Chifuyu. — Le dije mientras sacaba las llaves de mi maletín.

Abrí la puerta y lo llevé hasta el sofá de la sala. Lo tumbé con toda la delicadeza que podía y salí apresurada a buscar el botiquín del baño.

Me acerqué de nuevo a el, esta vez posando mis rodillas en el suelo acercándome a su rostro. Empecé por quitar la sangre con un paño de agua frío, no sabía lo que estaba haciendo, allí en la mansión en la vida me imaginé así. Me disgusta verlo así, odio lo que vi hace unas horas, pero... Chifuyu ahora parecía tranquilo y eso me encantaba.

Cuando abrí la gasa y la mojé en alcohol para desinfectar heridas Chifuyu con bastante esfuerzo se sentó en el sofá recostándose. Yo solo me limité a levantarme y acercarme a el para limpiar sus heridas.

Eché su cabello hacía atrás y pase la gasa por las heridas hasta llegar a la herida de su labio. Mi pulso se elevó y mi mano temblaba un poco sin embargo logre terminar.