EL Extraño Caso De La Señora Conny

Piso 2: sala de descanso - El Don de Rosa la Ranadiva

Cuando Maria dejo la habitación, y ya solo, caí en cuenta que no tenia cambio de ropa, pero curiosamente al revisar los cajones vi camisas, pantalones y demás prendas misteriosamente de mi talla, tome una camisa negra holgada y unos shorts como piyamas, y me eche la cama, no dejaba de pensar en los acontecimientos que había visto hasta ahora: tomates mutantes, babosas, ranas humanoides ...¿¡En que me acababa de meter!? debía evitar a toda costa ser engordado y convertido en un blobo obeso si quería salvar a mi familia.

No lograba conciliara el sueño, la angustio y lo visto hoy me habían espantado el sueño, entonces saque mi celular y me puse ha ver mis redes sociales, y vi que Cecilia mi novia me mando un mensaje con una emoticón de perrito que decía que me amaba (como los últimos 20,000 que me ha mandado) iba a responder pero entonces del otro lado de la puerta oí un fuerte ruido:

¡¡CROACK!!

el sonido fue tan fuerte que me asusto, me levante de la cama y abrí la puerta, el pasillo estaba obscuro, pero oí unas risa y unos pasos apresurados, me metí en la obscuridad siguiendo esos pasos, hasta que estos terminaron e la vuelta del pasillo en una puerta que se encontraba entre abierta, no sabia que esperar, pero ya no quise ser mas un cobarde, entre a la habitación y me sentí en el mismísimo paraíso:

era una habitación de terciopelo rosado, una fuente en medio de la habitación y una enorme cama en forma de corazón y a unos metros de mi estaba... ¡Rosa! Rosa la Ranadiva estaba ahí tan desnuda como la había visto la primer vez: hermosa y sensual, me hizo señas para que me acercara a ella, y yo totalmente excitado hice caso cual niño, y estando cerca ella me rodeo con sus brazos, y comenzó a besarme, (actué por instinto, solo pensaba ahora mas con la cabeza de abajo) jamas había besado tan pasionalmente en mi vida a alguien, con mi novia los besos eran mas de piquito y cortos, pero ahora nuestras lenguas se enrollaban y abrasaban mientras nuestros labios de pegaban y besaban con desenfreno, luego separamos nuestras bocas, y Rosa comenzó a desvestirme, me quito la camisa y después los shots, ella miro mi pene unos segundos y me dijo:

¡CROACK! bonito pene, ahora que serás mi jefe, deja que te de el mayor los milagro mas divinos de las Frogolitas

ella abrió la boca y su lengua se pego en mis testiculos, el golpe de la lengua me dolió, pero entonces comenze a sentir caliente toda la zona de mis genitales, y vi con asombro como estos estaban creciendo lentamente, la sensación era agradable, finalmente la rana despego su lengua de mis genitales y...¡Vaya genitales! que hora eran el triple de grandes, mi pene era ahora de por lo menos 12 pulgadas (30cm) estando flácido, y mis testiculos eran tan grandes como pelotas de tenis, Rosa entonces tomo mi pene flácido y comenzó a besarlo, la sensación de sus enormes labios rápidamente hizo que mi pene se pusiera semi erecto, entonces Rosa sorbió sus labios y comenzó a chuparla, fue la mamada mas increíble que haya sentido, sus labios parecían una aspiradora, la sensación era fuera de toda sensación de placer conocida, saco mi pene de su boca y vi como estaba ahora totalmente erecto, ella saco una cinta métrica y comento:

¡CROACK! ¿45 cm de verga gorda y venosa?..¡NO AGUANTO MAS! ¡LA NESECITO DENTRO DE MI!

Rosa se levanto dio un salto hacia su cama en forma de corazón, se puso en cuatro, agito su culo, y me grito:

¡CROACK!! ¡¡¡COJEMEE!!! ¡¡¡QUIERO ESA VERGA DENTRO DE MI!!

Fui hasta ella, tome su culo, y lentamente metí mi verga en su vagina, la sensación fue increíble, se sentía muy estrecho y apretado, Rosa solto un fuerte gemido de placer, y entonces comenze a follarla: cada ves que metía y sacaba mi verga ella gritaba y gemía intensamente de placer, yo solo gemía en voz baja, concentrándome en no venirme tan rápido, pero fue inevitable, en menos de unos minutos sentí que me iba a venir, intensifique el movimiento y entonces me corri, solté un gemido enorme de placer al igual que Rosa, me corri tanto que infle un poco su barriga, saque mi pene y de la vagina de ella salió a chorros todo el exceso de semen, me recosté a un lado de ella exhausto, pero ella no estaba cansada, tomo mi pene y volvió a mamarlo, y volví a estar erecto, y ella ahora sobre mi comenzó a darme unos buenos sentones, elle gritaba de gozo mientras yo le acariciaba y masajeaba sus senos, volví sentir que me corria, pero ya sea por la insolencia o mi subconsciente grite: