Secreto En el Granero

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Finalmente llegamos a la granja, el granero era enorme , alto y metálico, y totalmente silencioso como me lo habían dicho, ni un mugido, ni un cacareo o cualquier otro sonido se escuchaba, mi hermano aparco cerca, y nos bajamos, pero en ese momento a mi hermano le sonó el celular, se trataba de Nubia, su nueva novia (la tercera de este año) el puso una mueca de disgusto y me dijo que esperara mientras hablaba con su novia (que eso significaba gritar por el teléfono con ella) yo me quede curioseando en los alrededores de la granja, y efectivamente el lugar era totalmente ausente de cualquier sonido (a excepción de un tenue sonido de un motor diesel) así seguí viendo hasta que un sonido me asusto de sobremanera:

¡¡SWEEEEEEE!!

Aquello fue el inconfundible sonido de un chillido de cerdo, camine hasta el otro lado del granero metálico de donde había venido el sonido, descubriendo que al otro lado, oculto estaba un establo de madera de grandes portones, los cuales estaban un poco entre abiertos, se volvió a escuchar el chillido de cerdo nuevamente, cautelosamente me acerque, me puse detrás de portón asome un poco la vista, y nada me prepararía para lo que contemplaría:

tal como me había imaginado y comentado mi hermano, la señor Conny era enorme, y no exageraba, vestía un traje overol de tirantes de carpintero, estaba descalza, y era gordísima, pero lo que mas resaltaba de ella eran sus enormes tetas que parecían dos balones de playa, vestía el traje de tirantes completamente sin nada abajo, no tenia brasier o camisa, estaba casi desnuda, (me excite en el acto) ella era la Fantasia de todo amante de mujeres gordas: barriga enorme, tetas gordas, cara gorda y brazos gordos, ella era un sueño, pero lo que me hizo perder por un momento la excitación (y erección) fue lo que ella estaba haciendo con una manguera blanca de bombero que parecía venir del techo, estaba alimentando con alguna especie de alimento especial (que parecía alguna papilla de color rosácea) a un cerdo, algo raro, pues ella solo vende leche no jamón o derivados, pero algo que no note en el instante me dejo muy perplejo, lo que sea que ella le estuviese dando al cerdo este comenzó a engordar y engordar progresivamente en tiempo real, la señora Conny estaba sudando se relamía los labios exhalaba gemidos muy bajos, y mirando de manera muy extraña al cerdo, se mordía lo labios y se acomodaba los tirantes, alcance a escuchar lo que decía para si misma en voz baja:

¡mmmhh! si mi amor, engorda, engorda para mamá ...¡mmmhhh sí! 

EL Extraño Caso De La Señora ConnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora