Coraline. |Victoria De Angelis|

Capítulo 2

—Menuda racha llevan Thieves, les ha venido muy bien ir a Eurovisión. Deberías presentarte para el año que viene— me comentó Lucas, mi mejor amigo.

Kumiko dio un trago a su vodka con limón.

—El estilo de Carolina ya no se lleva allí. A no ser que seas de Suecia o de otro país que no sea España... y para que España quede en buen puesto tiene que haber una historia de amor o algo así para dar publicidad a la canción.

Luc y yo la miramos divertidos.

—Thieves quedo en buen puesto pues que su canción era genial. No se puede negar que son muy buenas artistas.

—Ya, si la canción es buena, pero si Aurora no se hubiera liado con Damiano no habrían ni llegado a los veinte puntos.

Luc abrió los ojos y yo me puse nerviosa. Mi amiga acababa de meter la pata pues Aurora había escuchado todo, ya que se acercaba a nosotros seguida de su novio.

—Lo siento Aurora, nosotros no pensamos así— dijo Luc intentando tranquilizar a la chica.

Aurora lo miró y sonrió. Nunca lo había sonreído, de hecho la mayoría de las veces pasaba de él.

—No pasa nada, chicos. — Aurora miró a Kumiko. —No todos tenemos tan mal gusto como tú, cariño.

— ¿Quieres que nos peguemos?— preguntó ella.

En ese momento entró Damiano en escena y sujetó a su novia por la cintura.

—No la iba a pegar...— dijo ella mirando a su novio.

Damiano sonrió divertido.

—Lo sé.

Todos sabíamos que si se iban a pegar.

Luc miró a Damiano con odio, y el chico se dio cuenta pero no dijo nada.

—Ellos son los amigos de Carolina; Lucas y Kumiko. Lucas estuvo conmigo en Got Talent.

Me reí divertida. Lucas había puesto una cara súper graciosa.

— ¿Me recuerdas?

Aurora giró los ojos divertida.

—Hombre... estoy loca, no tengo alzhéimer.

Damiano se rió divertido mientras negaba con la cabeza.

—Encantado, chicos. Es un placer.

Kumiko miró al chico.

—Hablas bien español.

—Tengo que hablarlo... Alejandro, su tío, ha decidido no hablarme en italiano.

Aurora se rio. Nunca la había visto reírse tanto, era feliz y eso me pareció bonito.

— ¿Dónde están los demás?—pregunté curiosa.

Damiano y Aurora se miraron de una forma que no logré comprender, no en ese momento.

—Pues estarán por ahí... si podemos, nos sentamos con vosotros. Estoy cansada de bailar. Ahora vendrán las chicas.

Damiano no esperó a que les diésemos permiso, se sentó y llevó a Aurora con él.

—No puedo dejar que te canses, amore.

Aurora volvió a sonreír. Podía escuchar como el corazón de mi amigo se rompía.

— ¿Os queréis mucho verdad?– preguntó Luc.

Damiano lo miró. Aurora puso una mueca extraña. Aurora sabía muchas cosas ya que era bastante observadora y yo estaba segura que la chica sabía lo que Luc sentí por ella.