CAPÍTULO 39

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Por la mañana salgo cuando todos aún duermen, pues ayer junto con mis hermanos y papá dormimos a altas horas de la madrugada. Y bueno, mamá y Lexa no tienen muchas cosas que hacer dentro de su clan, por lo tanto, tienen un horario más corto y no tienen necesidad de ir tan temprano.

— Hoy hueles diferente —dice Kendall cuando llego junto a ellos.

Kendall es uno de los chicos que se encuentran en el clan, es uno con los que más he hablado y nos llevamos muy bien. Es algo mayor que yo, tiene 24 años pero su rostro luce como el de un niño, si no fuera porque mide más de 1.80, no le creería su edad.

Como ya mencioné, el tipo es alto, su cabello es negro como el carbón, su tez es blanca y sus ojos azules resaltan con esta combinación. Tiene una personalidad muy electrizante, y podrías pasar horas hablando con él sin parar.

— Si, ha venido mi familia, creo que se debe a eso —respondo mostrándole una sonrisa.

— ¿Tus hermanos también vendrán al clan? —pregunta Rena con emoción.

Rena es una chica muy sociable, y demasiado agradable. Junto con Kendall son quienes más hablan en el clan, y siempre encuentran la manera de incluir a todos, son personas realmente apreciables.

Ella es de tez morena, su cabello es rojizo, pero disfruta de usar pelucas de distintos colores, cada día la verás con un color y estilo distinto en su cabello. Sus ojos son grandes, de un color miel, y con unas pestañas largas. Disfruta de maquillar sus ojos de maneras creativas, pero siempre resaltando el color tan vibrante de sus ojos. Con tan solo 15 años, ella es de quien más me sorprendo por sus habilidades artísticas, es demasiado buena en esos aspectos.

— No —respondo y luce desilusionada— ellos no estarán mucho tiempo aquí, y tienen sus responsabilidades en nuestra manada.

— Lo entiendo —suspira— pero por lo menos deberías presentarlos, siempre hablas de ellos y yo estoy ansiosa por conocerlos.

— ¡Si! —exclama Kendall— Mali, ¿crees que sea posible organizar una reunión con los hermanos de Lex?

Todos miramos a la anteriormente mencionada, y de inmediato toma su iPad.

— Tengo que revisar cada uno de sus horarios y ver si todos tienen la disponibilidad, pero sería bueno que pudieran relacionarse mejor entre ustedes, así que hablaré con Gabriel para ver si podemos hacer algo así como una reunión entre familias —responde sonriente.

— Gracias, Mali, eres la mejor —dice Rena mientras la abraza.

— Lo sé —ríe— pero por ahora, la hora del almuerzo terminó, quedan 2 minutos para que la alarma suene, así que vayan limpiando su espacio.

Todos hacemos lo que Malí indica, limpiamos la mesa y llevamos la basura a su lugar.

— ¿Qué harán ahora? —pregunta Izumi.

Izumi es el tipo relajado que siempre te encontrarás, detesta los problemas, así que hace todo por evitarlos. Su cabello anaranjado me recuerda a las zanahorias, es algo alto, mide aproximadamente 1.70 metros, y es algo delgado. Sus ojos son de un color marrón oscuro, y tiene abundantes pestañas.

— Manejo de emociones —respondo al revisar mi horario.

— Entrenamiento —responden Rena y Kendall al mismo tiempo.

— ¿Y tú? —pregunta Rena a Izumi.

— Tengo que ir con Cedric —suspira— Y creo que recibiré una larga lección, pero hace preguntas sobre mi existencia que seguramente ni mis padres podrían responder.

Poco nos gusta hablar del motivo por el que estamos aquí, pero cuando uno de los almuerzos se puso emotivo, todos revelamos la razón de estar aquí, e Izumi se encuentra junto a nosotros porque siempre fue un huérfano. Nunca supo nada de sus padres, y su teoría es que sus padres no tenían planeado un hijo. Cuando cumplió la mayoría de edad tuvo que irse de la casa hogar a la que perteneció durante muchos años. Gabriel lo encontró cuando intentaba abrirle su auto para robar, y cuando intentó asustarlo mostrando sus colmillos, Gabriel lo acogió en su manada.

— Ánimo, hombre —digo al poner una de mis manos en su hombro— Cedric no es tan malo, y tampoco estaría mal que pidieras consejos.

— Aún no conoces a ese viejo —dice Rena entre risas— a Kendall lo siguió con su bastón cuando este le rompió su taza de té.

— No me recuerdes eso —dice Kendall cruzándose de brazos— tuve que hacerle una nueva, y me llevo demasiado intentos porque al tocarlas, decía que no le gustaban.

— Chicos, hora de ir a sus obligaciones —dice Mali mientras nos empuja por el camino— ya van tarde, y eso ni siquiera Cedric lo perdonará.

Cedric no es un obseso con el tiempo, siempre te da 5 minutos para que llegues, pero los demás guías si son muy especiales con la puntualidad. Algo que parecer todos olvidamos, pues al revisar mi reloj, ya han pasado 7 minutos desde que la alarma sonó.

— Demonios, van a matarnos, Rena —dice Kendall mientras toma la mano de la -ahora- pelirosa para correr.

— Suerte chicos —grita Rena— Sé que podrás con lo de Cedric, Izumi.

— Ella tiene razón, encontrarás las respuestas —digo con una sonrisa— nos vemos después, Izumi.

Me despido y salgo corriendo hacia la sala donde el guía ya me espera.

— 10 minutos tarde, Alex —dice mirando el reloj en su pared— sabes que significa eso.

— Pero...

— Nada de peros, sabes que la puntualidad es importante —dice al levantarse— Ahora toma asiento, hablaremos de tus horas extras después.

Hago lo que me indica, y solo espero que esas horas extras no sean un impedimento para pasar más tiempo con mis hermanos.

— Mali me comentó que tus hermanos han venido, ¿Cómo te sientes respecto a eso?

Solo por esta vez agradezco que Mali tenga que informarles de todo a los guías, porque hablar de cómo me siento al tener a mi familia reunida de nuevo, no es algo molesto o algo a lo que tenga que rebuscar en mis respuestas.

LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora