CAPÍTULO 9

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Un nuevo día comienza en el hogar de los Woods cuando la alarma comienza a sonar. Odio despertar temprano para ir a clases, es la peor tortura que existe.

Después de haber tomado una ducha y vestirme con el estúpido uniforme salgo de mi habitación en dirección al comedor.

— Mami, ¿crees que podría faltar solo por hoy? —pregunta Ashton.

— No, yo les dije que no se quedarán hasta tarde jugando videojuegos y decidieron no hacerme caso —responde mamá al tomar asiento.

El desayuno ya se encuentra servido, así que sólo voy a mi asiento y comienzo a comer mis panqueques. Mamá adora los panqueques y las cocineras deciden complacerla de vez en cuando.

— Sólo será un día, prometemos no hacerlo más —menciono mirándola fijamente a los ojos.

— No, aunque me hagas ojitos —responde y toma de su batido— su padre está por llegar así que dejen ese tema si no quieren un castigo.

— ¿No lo sabe? —pregunta Axel de inmediato.

— No, así que aparenten haber dormido temprano —responde dando por terminado el tema.

Amo a mi madre, sabe que nos irá muy mal sin papá se entera de que dormimos tarde porque no es "disciplinado", pero no se lo dijo, nos está cubriendo y eso hace que la ame mucho más de lo que ya hago. Mi progenitora es la mejor.

— Buenos días —saluda papá al entrar al comedor.

— Buenos días —respondemos.

— Buenos días preciosa —susurra a mamá antes de besarla.

— Vayan a darse afecto a otro lado —murmuro y siento la pesada mirada de papá sobre mí— tu mirada ya no me asusta, Evan.

— Tranquilo —interviene mamá silenciando la respuesta de papá— Alex te ye dicho que respetes a tu padre, somos una pareja y dueños de la casa, podemos darnos afecto donde queramos. ¿Entendiste, cariño?

Esa mirada si que me da miedo, hasta escalofríos me causa y no me queda más que asentir.

— Era una broma —balbuceo.

— Bien, creo que me iré ahora —menciona Ashton antes de salir.

— Si, yo también, se me hará tarde —dice Axel antes de correr fuera del comedor.

— Lo siento papá —me disculpo.

No sabía que una pequeña broma te ofendería a tal grado, nena.

— Me voy, los veo después —me despido sin esperar respuesta de su parte.

Salgo del comedor en dirección a mi habitación, y estando ahí cepillo mis dientes, tomo mi mochila y salgo.

— Me voy mamá, no llegaré para la comida —anuncio después de abrazarla.

— Está bien, al menos llega para la cena —dice al devolverme el abrazo.

Lo que más me agrada de tenerla como madre es que desde que comenzamos a crecer no nos presiona para decirle en donde estaremos, más bien nos ha inculcado el cuidar la confianza que nos tiene. Ella sabe que no estaremos haciendo nada malo así que no pregunta, nos da libertad y eso en cierta parte molesta a papá.

Él es más controlador y paranoico, cree que alguien nos va a intentar matar mientras estemos fuera de casa y no le gusta esa libertad que mamá nos da. Pero es mamá, no le importa si le molesta a papá, lo hace para que nos sintamos en un ambiente cómodo y no hacernos sentir controlados.

LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora