Las alarmas comienzan a sonar, y siento mi corazón detenerse por unos segundos. Siento como Valentine se aferra con fuerza a mi, y sé que ambos estamos pensando en lo peor.
— No lo lograremos, Alex —solloza y siento mi corazón estrujarse.
— Prometí llevarte con vida hasta el refugio, y eso haré —digo con firmeza.
La tomo con más fuerza, sin llegar a lastimarla, y corro lo más rápido que puedo. Al llegar al centro de la manada, puedo ver a un grupo de guardias dando indicaciones a quienes pasan por ahí.
— Joven Alex, siga hacia la habitación segura, no se detenga —indica uno de ellos dándome un leve empujón hacia el camino.
Ahora es cuando maldigo haber sido tan lento. Las alarmas siguen sonando, indicando que hay que ir hacia el búnker, antes llamada habitación segura, pero que nadie se acostumbra al nuevo nombre.
— Tranquila Vale, te llevaré hasta ese lugar aunque me cueste la vida —susurro al notar como tiembla entre mis brazos.
No puedo imaginar el terror que debe estar sintiendo. Estar lejos de tu familia, y sentir que tu vida está en riesgo debe ser horrible.
— Apresurate Alex —escucho a Jonathan gritar y corro con más intensidad hacia el— están por cerrar, no pueden esperar más.
— Avisa que voy en camino junto a Valentine, por lo menos deben esperar por ella —grito mientras paso a su lado.Toda está situación me tiene de una manera que no puedo describir, quiero parar y pensar bien en lo que está pasando, ayudar a mi manada, pero a la vez recuerdo que llevo a Vale conmigo y no puedo detenerme a hacer nada, debo salvarla. Ellos no pueden tomarla a ella, o su vida.
— Lex, corre —escucho a Lexi mientras la puerta se abre.
Me adentro rápidamente y no puedo prestar atención a nada más. Valentine se ha abrazado de mi, es como un no tan pequeño koala aferrado a mi cuerpo.
— Tranquila pequeña rubia —susurro al sentir sus lágrimas sobre uno de mis hombros— ya estamos seguros, no tienes de que preocuparte.
Continuó acariciando su larga cabellera mientras ella se mantiene en esa posición, y aquella bestia dentro de mí aprovecha el momento para seguir disfrutando del olor de su Mate.
— Gracias Lex —dice cuando ha conseguido calmarse— realmente te debo la vida.
— No me debes nada, Valentine —susurro en su oido— siempre te cuidaré, te lo prometo.
Ninguno dice nada más, solo camino hacia un rincón donde se encuentra un pequeño sofá y la dejo ahí.
— Quédate aquí —ordeno suavemente— iré a buscar algo para ti.
Ella asiente y me levanto, camino hacia la entrada y busco a mamá, o a mis hermanos, pero entre tanta gente me parece imposible.
A lo lejos reconozco una cabellera inconfundible y corro hacia Rena.
— Chicos —grito al verlos, y de inmediato giran hacia mi dirección— me alegra saber que están bien.
— Estábamos preocupados por ti —dice Mali al abrazarme. Pronto siento un par de brazos más unirse, y quiero llorar.
Sé que no es el momento, pero tengo este extraño sentimiento que solo quiere fluir. Estoy tan agradecido y contento de que mi familia, Valentine, y mis amigos estén bien y a salvo.
— Me alegra que estén vivos —digo al término de nuestro abrazo.
— Lo mismo digo, Lex —dice Izumi con una sonrisa.
— Te vimos entrar con una chica, ¿ella es Valentine? —pregunta Rena con curiosidad.
— Si, es ella —respondo con una sonrisa— pueden acompañarnos, solo quería buscarle una manta, está en pijama y la noté temblando un poco.
— Oh, aquí tenemos una —dice Kendall extendiendola— puedes dársela, no la estamos usando.
— Yo si quiero conocerla, vamos —dice Rena mientras me empuja camino de regreso a la rubia.
Veo a Lexa cerca, así que le hago una seña para que también se acerque, y puedo escuchar a los chicos murmurar detrás de mi.
— Vale, ya regresé —digo llamando su atención— traje una manta.
— Gracias, Lex —dice al tomarla. Una ligera sonrisa acompaña el agradecimiento, y le devuelvo el gesto.
Veo como pasa la manta por sus hombros y levanto su cabello para que no se quede dentro y sea molesto, pero escucho un carraspeo tras de mi que me hace reaccionar.— Por cierto, mis amigos me han acompañado, ellos quieren conocerte —digo haciendola reír.
— Pensé que nunca los presentarías —dice mientras se levanta— un placer chicos, soy Valentine, pero eso seguramente ya lo saben.
— El placer es mío Valentine —dice Rena con emoción— mi nombre es Rena, y tienes un cabello hermoso —chilla haciendo sonrojar a la rubia.
— Muchas gracias, Rena, tu también tienes muy lindo cabello —dice mientras lo toca— a veces he querido teñir el mío, pero es una herencia familiar y tengo prohibido hacerlo.
— Te daré un para de consejos para eso, pero no quiero robar toda tu atención, el resto también quiere conocerte.
Rena se aleja un poco, y tira de la mano de Malí e Izumi, acercandolos nosotros.
— Tiene un aura muy imponente, señorita Valentine —dice Izumi y lo noto algo nervioso.
— Lo siento, no deben de preocuparse por eso —dice la rubia de inmediato— mi loba sigue pensando que estamos en peligro, no es por ustedes.
Noto sus mejillas tomar un color rosado, y estoy por decir algo, pero Lexa aparece a mi lado.
— Me da gusto saber que Lex logró traerlos con bien, Valentine —dice la pequeña— te lo robaré por unos minutos.— Gracias Lexa, también me da gusto que todos estemos a salvo —responde la rubia y ambas se dan un asentimiento.
Camino siendo guiado por Lexi, y llegamos a una pequeña sala donde se encuentran mamá y un par de guerreros.
— No se preocupe, Luna, estamos siendo extremadamente cuidadosos con la señorita Scarlett, no escapará —escucho a una de ellos decir.
— Muy bien, cualquier cosa que pase con ella informen de inmediato, por favor.
— Así será, nos retiramos —dicen antes de salir.
— Me da tanto gusto verte, mi pequeño —dice mamá en cuanto me ve, y se acerca para abrazarme.
Correspondo a su abrazo, sintiendo como Lexi y Ashton también se nos unen.
— ¿Cómo están las cosas afuera? —pregunto en cuanto nos separamos.
— Por el momento no hay señales de peligro —responde dejándome más tranquilo— al parecer Gabriel y sus hombres se quedaron unos metros atrás de las fronteras, no han hecho nada.
— ¿Crees que lo harán? —pregunta Lexi.
— No están seguros, lo último que supe es que tu padre enviaría a un mensajero para ver que es lo que quieren y hacer entrar en razón a ese hombre de que una guerra no es la solución —responde mamá al sentarse— por lo menos, ahora tu y Valentine están seguras y no podrán llevárselas aunque lo intenten, pero si podrían ocasionar daños a la manada y es lo que tu padre quiere evitar, que se acerquen aquí.
Diosa, solo te pido que no tome la decisión equivocada, porque habrán muchas secuelas. Otras manadas con las que no se tienen tratados aprovecharán esta ocasión para atacar también, y solo dará un inicio a algo peor.
ESTÁS LEYENDO
Luna
WerewolfSer una especie de humano entre lobos es difícil, ser el hijo "rebelde" lo empeora. Mi vida no fue muy fácil, pero ella sólo llego a complicarla más. Valentine Blood apareció en mi camino y arruinó más que mis planes, cambio mi vida por completo y a...