CAPÍTULO 4

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La estúpida alarma comienza a sonar y no me queda otra opción más que levantarme. Me siento por un momento en la cama y antes de quedar dormido de nuevo, estiro mi cuerpo y busco ropa limpia para darme una ducha.

Al salir de la ducha me visto y cepillo mis dientes, Axel no tardará en venir a apresurarme y no quiero molestarme con él recién iniciando el día. Al estar listo, salgo de mi habitación y bajo a el comedor para desayunar.

—Buenos días Lex —saluda Ashton y come de su cereal.

—Buenos días —respondo y tomo el cereal y leche.

—Queda poco cereal, Lexa se ha preparado 2 grandes platos —ríe— no sé cómo puede comer tanto.

—Estudia y entrena demasiado —digo mientras vacío el cereal en un plato— su tutor le ha dicho que al estudiar y entrenar tanto debe comer más para mantenerse estable y sana.

—Entonces yo también comeré más, correr demasiado sin comer lo suficiente dañará mi salud.

—¿Alex estás listo? —pregunta Nate al entrar al comedor— Axel está muy impaciente.

—La manada no queda muy lejos y aún tenemos una hora —digo antes de comenzar a devorar mis cereales.

—Lo sé, pero sabes que tu hermano es un paranoico —bufa y se sienta a mi lado— ¿Qué tal Ashton?

—Por un momento creí que mi sueño de ser invisible de había cumplido —bufa— pero estoy bien, ¿qué tal tú? ¿Listo para conocer a los hermanos Blood?

Por lo que tengo entendido los Blood son 4 hermanos, tres chicos y una chica.
Finn, Jasper, Roy y Valentine Blood, a ésta última no la conozco pues sus hermanos son demasiado sobre protectores, aunque tampoco me interesa conocerla, no dejan que nadie se acerque a ella y los comprendo, tampoco me gustaría ver que un chico está detrás de Lexa. Bueno, aunque eso ya pasa, ese Max Wolfgang cree que no nos enteramos pero lo tenemos en la mira, cualquier paso en falso y lo atraparemos.

—Iré a cepillarme los dientes antes de que Axel enloquezca —anuncio al terminar mis cereales y salgo del comedor en dirección a mi habitación.

Al llegar a mi destino cepillo rápidamente mis dientes y arreglo un poco mi cabello. Salgo de mi habitación y bajo las escaleras para encontrarme con Axel y los demás.

— Mucha suerte, sean cuidadosos por favor —dice mamá y nos abraza.

— Gracias, nos vemos más tarde —digo y beso su mejilla.

— Solo no arruinen nada —dice papá antes de que salgamos.

— No prometo nada —bromeo y cierro la puerta.

— Pareciera que quieres matar de un infarto al viejo —dice Axel antes de montarse en el auto.

— Todos saben que bromeo —respondo al subir de copiloto.

— Bien, ¿por qué no dejan sus discusiones familiares y nos vamos? —pregunta Brad y todos giramos a verlo.

— ¿Cuando llegaste? —pregunta Kate sorprendida.

— Kate, un brujo nunca revela sus secretos —ríe— ahora si, Axel enciende el maldito auto y llévanos a la manada que llegarás tarde a tu reunión.

— Oh si —dice el antes mencionado y enciende el auto— por favor todos pónganse el cinturón de seguridad.

— Lo haré solo porque no confiaré mi vida en tus manos —murmura Kate.

Axel se asegura de que todos tengamos puestos lo cinturones de seguridad y al cerciorarse de que así es, comienza a conducir camino a Blood Moon.

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