Capítulo 2

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Amanda

Me había metido a una nueva jornada de clases y esta iniciaría de la peor manera, con mi clase de Estadística 1. Lo peor no era que no entendiera la materia, si no que el profesor Jorge habia fallecido. Así que no sabia quien era el suplente y tampoco el estilo que tuviera para dar clases.

No me gustaba para nada estadística, pero era ese tipo de materia general que todos los alumnos tenían que llevar aunque no tuviera nada que ver con lo que queríamos estudiar, que en mi caso era medicina.

Iba vestida con un pantalón pegado al cuerpo y una blusa roja, que dejaba un poco de mi abdomen descubierto. Mi  cabello estaba suelto con ondas y en mis pies mis botines nuevos relucian de limpios.

Elena se encontró conmigo en el pasillo, sus ojos almendrados estaban relucientes y eso me hizo arrugar las cejas.

—¿Que traes?

Envolvió su codo en el mio para pegarme a su cuerpo.

— ¿Ya conoces al profesor de estadística? — me pregunto

—No, aún no lo he visto—le respondí sin más— ¿Por...?

—Pues prepárate— me interrumpió con una voz chillona—Lo único que es claro es que necesito clases personales—dijo haciéndose viento con la mano libre.

Arrugue la nariz ante lo que decia Elena y la fascinación qué tenía con los hombres, especialmente los mayores.

No la entendía. Nunca me había gustado alguien que fuera mayor que yo.

Allison se amarró a mi otro brazo y comento algo sobre lo que escucho:

—No tienes límites Eli. ¿Ahora te quieres follar a un profesor?

La morena rodó los ojos con desaprobación; pero Elena solo sonrió. Por mi parte permanecí sin decir nada.

— ¿Tu tampoco lo has visto? Espera a que lleguemos nada más...

Sonreí y Allison volteo los ojos. Al entrar al salón salude a mis compañeros y fui directamente al lugar que siempre me esperaba y mis amigas se sentaron a mis costados.

—Un minuto — dijo Elena

Solté una risa y deje caer la cabeza, pero antes de que pasara el minuto se escucharon ruidos de murmullos detrás de mi y al levantar la cabeza mis ojos se encontraron con su presencia.

Todo el salón enmudeció cuando entro. Camino como si de una pasarela se tratara. Veía a su alrededor como evaluando todo y a todos mientras se adentraba en el lugar que tomaba como suyo.

De repente me sentí como una intrusa, ese salón ahora era su territorio y me sentía pequeña, tan pequeña como una cucaracha en una caja de zapatos.

No podía decir cuanto media; pero estaba segura de que me sacaba más de una cabeza, era muy alto y esbelto, tez muy oscura, cabello colocho corto, hombros grandes y tensos envueltos por una camisa de color blanco qué sólo resaltaba el maravilloso tono de su piel.

Y mi mente se revolvió con un poco de pensamientos para nada buenos qué no me permitían pensar con claridad.

Se posicionó en frente del salón y su semblante tenso se convirtió en una sonrisa encantadora cuando hablo:

—Buenos días jóvenes.

Y su voz era una locura maravillosa, ronca y suave.

—Buenos días— dijimos en coro

El sonrió, complacido y yo no podía alejar mi mirada de su rostro. Joder.

—Mi nombre es Jake Blake y soy su profesor asignado para lo que resta del semestre— dijo entonces— Se que estaban acostumbrados al compañero Jorge, pero este tipo de cosas no las podemos manegar. Todos lamentamos qué su enfermedad lo haya superado. Espero, qué podamos llevarnos bien.

Mi profesor (+18 ) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora