Capítulo 7

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Amanda

Fueron los tres días más largos de mi existencia.

Puse colonia en mi cuello, en mis manos y en la tela de mi vestido rojo. Acomode suavemente mis hondas sobre mi pecho y le sonreí a mi reflejo. Al fin era el día.

¿Una cita con Jake Blake?

No podía creerlo

En la mañana lo había visto y acordamos vernos a las 8 de la noche. A las 7:30 yo ya estaba lista y a las 7:45 Jake ya estaba fuera de mi departamento.

El vestido por el que opte era vaporoso y fresco. De tela muy suave en un tono de rojo bastante bonito y puse sandalias con tacon en mis pies.

Baje las escaleras de dos en dos aunque iba en tacones y al llegar a la puerta le di una última mirada a mi porte antes de abrir.

Jake estaba frente a la puerta de su auto negro. Traía una camisa roja y unos pantalones de vestir negros, zapatos negros y su cabello con los colochos bien peinados.

Resbale mi mirada hasta sus manos y vi que tenia un ramo de rosas rojas.

Demonios

Di como 5 pasos a su encuentro, su sonrisa dándome la bienvenida y su cuerpo llamándome como un iman.

—Señorita Brown—me saludo, mirándome de arriba a abajo—Debo decir que el rojo es definitivamente su color— dijo sonriendo

—Muchas gracias—dije, con nervios—usted se ve muy bien vestido así

—Gracias— dijo dando un paso hacia el frente— Estas rosas combinan perfecto con el color de sus mejillas— dijo con una voz falsamente seductora.

Solté una carcajada, tomando las rosas. El también se rio y al sentir como mis hombros se relajaban supe qué el lo había hecho para alivianar el ambiente.

Y funcionó.

—Gracias

Dio dos pasos en reversa y abrió la puerta del auto dejándome entrar. Un momento después estaba a mi lado y yo hechando un vistazo al interior del coche.

Ese lugar olía a él, pero no a alguna colonia si no a él. Su olor particular. Su esencia personal

Abroche el cinturón, notando qué la parte de atrás de su auto tenía un par de cosas, pero que estaban en perfecto orden. Escuche el ruido del motor siendo encendido y eso me hizo apartar la mirada hacia la ventana.

—¿A dónde vamos? —le pregunté.

—A mcdonal's— dijo

De inmediato gire mi mirada hacia el con el ceño fruncido. Blake soltó una carcajada y estiró su mano hasta que la puso en mi pierna. Solté una risa de nervios

—Relajese un poco, Amanda — me pidió — Vamos a ir a un lindo restaurante. Solo confíe en mi...

Su mano en mi pierna era una señal de complicidad, de que estábamos compartiendo ese momento de risa y familiaridad y por ende yo no debía estar tan tensa.

—Vale— murmuré un poco afectada por la forma en que su mano me afectaba la tranquilidad.

Me quedé mirando como la oscuridad de su piel contrastaba con la mía. Jake pareció notar esto porque sonrió y dijo:

—Somos como el día y la noche

—Como la leche y el chocolate— dije

—Como una galleta oreo

Mi profesor (+18 ) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora