Capítulo 7

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Malía

Si no fuera que la última vez que vi a Doskas tuvimos una excitante noche, ahora estaría absolutamente arrepentida de haber cedido a su inusual forma de actuar.

Hemos pasado un mes sin hablar más que por comunicadores, parece que está demasiado ocupado con el trabajo y venir hasta acá significa tiempo valioso que es asignado para atender las reuniones.

Su semblante perdido, cansado y triste hizo que flaqueara sobre cualquier intento de averiguar más allá de lo que sé.

Veo que Inna y Amura se retiran luego de dejar botellas con agua, me da mucha pena que ambas tengan que trabajar cuando tienen dolores por su periodo menstrual.
Lo único que puedo agradecerle a los imbéciles de Occidente sería la maldita inyección que me pusieron de bebé al igual que a todos los demás, aunque tengo entendido que en ellos se extingue a los diecinueve años, pero como yo poseo genes diferentes no cumplo con la regla general.

Según los médicos del Agua es probable que recién en cuatro años más comience el sangrado que tuve que tener en la pubertad. Creo que de no ser porque fueron los antiguos médicos de acá que crearon la inyección que detiene el ciclo de la vida, no hubiesen podido investigar tan afondo mi caso, en especial cuando la información sobre los Elementales está extinta en los libros.

Aunque hubiese sido bueno que también se detuvieran las extrañas sensaciones en el cuerpo en los días en los que debería estar con mi periodo, sin embargo, dudo que nuestro bienestar hubiese estado pasando por la mente de médicos e investigadores Orientales.

Volteo en cuanto Blaze pronuncia la útlima palabra y la banda detiene sus movimientos.

—Cantas muy bien—aplaudo cuando apaga el micrófono y da por terminado el ensayo con el grupo que lo acompaña cuando se presenta en este Reino.

Ellos se retiran sin despedirse, son todos tan parecidos que dan miedo. A veces he llegado a creer que son mudos, sino fuera que están en Oriente seguiría fervientemente con esa hipótesis.

Faltan sólo dos días para la primera actividad pública en la que está invitado al artista favorito del Reino.

Al principio pensé que ensayaría unos cuantos días antes del gran día, sin embargo, ahí me di cuenta la razón por la que es tan venerado en dónde quiera que vaya.

Ensaya todos los días, sin interferir en nuestros horarios previstos, así que he podido asistir tanto a los entrenamientos como a sus ensayos, además he disfrutado de lo que me perdí por estar en Occidente. Creo que si hubiese nacido aquí, sería parte del club de fans de este chico, el talento que tiene es indiscutible.

Incluso fue capaz de enseñarme a tocar la batería, mientras que en Occidente no fui capaz de soplar bien ni la flauta. Me impresionó bastante enterarme que las canciones que yo había bailado en las presentaciones de la Etapa Final fueran de él, en ese tiempo las elegí porque me gustaban las melodías y las letras.

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ZONA DE FALLAS: DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora