Archivo 12-B: El Caso de Suga °Yoontae° [Adap.]

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“¿Podemos volver al inicio de todo? donde solo eramos tu y yo, sin personas muertas, sin perseguirnos, sin policías, sin lágrimas, solo amor, por favor, volvamos al inicio ”

Hoseok apagó el pequeño teléfono que tenía en su manos, las fuertes ganas de estrellarlo contra el duro suelo eran muy tentadoras, estaba enojado, muy enojado con Suga, odiaba que no le dijera lo que tenía en mente, odiaba que lo dejará varado a mitad de la nada con Jimin y un policía apunto de morir.

A pesar de que habían tratado la herida del policía Jungkook, la sangre seguía saliendo, la hemorragia no estaba tan curada, tenían que llegar al cuartel de Suga antes de que la CIA supieran donde estaban.

Y de repente se le iluminaron los ojos, miró a Jimin quien estaba sentado a un lado de Jungkook, el policía estaba tirado en el suelo, aún permanecía algo despierto.

Hoseok miró al policía y después a Jimin, camino rápidamente hasta Jungkook, cuando menos se lo supuso Jimin ya tenía su gran y filosa espada recargada en su cuello.

—No lo toques.

Hoseok miró torpemente a Jimin, movió cuidadosamente la espada y dijo: —Tranquilo, solo quiero saber si trae algún GPS, nos pueden descubrir.

Jimin no muy convencido empujó a Hoseok lejos de Jungkook.

—Lo revisaré yo mismo, no te acerques.

Desde que habían huido de aquel lugar, Jimin solo se preocupaba y fijaba toda su atención en aquel policía. Era obsesivo, siempre había sido así. Con un policía como él podía imaginar que se divertirán mucho y no solo como él deseaba.

—Revisa muy bien, no quiero que por tu culpa nos maten.

Jimin soltó una risita —Puedo revisar todo, no te preocupes.

Hoseok ignoró aquel comentario, trató de llamar de nuevo a Suga, realmente le incomodaba mucho que Taehyung estuviera con él, principalmente porque lo había llevado a la boca del lobo y eso podía terminar muy mal si no lo mataba, y Hoseok lo sabía, sabía que Suga por mucho que quisiera no era capaz de matar a Taehyung.

Así que efectivamente, estaban acabados.

Un golpe duro se escuchó por toda la habitación, otra vez había caído, sus manos estaban teñidas de rojo, sus uñas sangraban y lágrimas de desesperación caían de sus ojos, llevaba toda la noche tratando de salir de aquella habitación, trataba de romper y rasguñar todas las ventanas.

No había salida, no tenía cómo salir de aquel lugar, temía por su vida. YoonGi estaba a punto de matarlo y él lo único que quería era huir de ahí.

Deseaba mucho (justo en esos momentos) jamás haberlo conocido. Porque por mucho que le haya gustado estar enamorado de él y aunque aún lo seguía estando, no le agradaba la idea de que ahora lo quería matar.

De repente las puertas de la habitación se abrieron y dos grandes hombres lo tomaron de los hombros llevándoselo con ellos. Taehyung ya no podía luchar más, estaba tan devastado que no podía siquiera moverse.

Los hombres lo llevaron por todo el pasillo hasta tirarlo en una habitación un poco más grande que en la que estaba. Miró a su alrededor y no vio nada, trató de levantarse y correr pero una persona se posicionó delante de él con un arma.

Era Yoongi, su mirada expresaba odio, tristeza y unas inmensas ganas de llorar, pero claro, no lo haría.

—Hazlo –. Dijo Taehyung con las pocas fuerzas que le quedaban —Solo... tira del gatillo.

YoonGi recargo el arma y siguió apuntado a Taehyung, vio cómo la mirada del menor poco a poco se desvanecía, jamás bajo la guardia, no dejo de mirarlo en ningún momento, estaba enojado, enojado con él mismo y con Taehyung, por haber aparecido en su vida una vez más, estaba enojado por tener que lidiar con el peor sentimiento de todos.

Cerró los ojos por un instante.

Y de nuevo ahí estaban, juntos, solo ellos dos, sentados al pie de un árbol abrazados, dejando pasar el tiempo.

Y todos los recuerdos vinieron a su mente por un segundo, la primera vez que lo conoció, su primer beso, la primera vez que camino de la mano con alguien, la primera vez que alguien secó sus lágrimas.

El primer abrazo que recibió, el primer "te amo" que era sincero.

La primer persona que amo y la única persona que amaría.

Porque Tae había tocado en lo más profundo de su alma descubriendo y conociendo al verdadero Suga.

Y como por arte de magia, dejó caer su cuerpo al piso y dejó caer el arma al igual que las lágrimas que estuvo reteniendo desde que dejó a Taehyung.

Lloró tanto que el menor lo miro sorprendido, no corrió, no huyó, no hizo nada más arrastrarse hasta abrazar al mayor.

Lo sabía, sabía que YoonGi era débil, lo conocía muy bien.

Porque efectivamente, Suga era un criminal, pero Min YoonGi era real, y él había conocido a su verdadero ser, y sabía que lo único que él deseaba era una vida donde no hubiera más sangre.

Y Taehyung quería dársela.

Él no era Suga, él era Min YoonGi, no un criminal.