Archivo 12-B: El Caso de Suga °Yoontae° [Adap.]

XVI

Jikook

La incómoda noche había caído, su cuerpo estaba tensó y se sentía adolorido, su brazo parecía querer explotar, hacía frió pues estaban en medio de un gran bosque donde todo era serenó. Sus brazos y piernas temblaban de frío y a pesar de que uno de los terroristas que se encontraban con él había hecho una pequeña fogata su frió no cesaba.

Jadeo un poco al sentir como alguien colocaba una manta gruesa sobre su cuerpo, miró al chico de sonrisa curveada y ojos llenos de brillo.

¿Él es calico?

Pensó el policía al ver a aquel tierno chico tratando de darle calor.

La mano del mayor se posó en su frente y jadeo preocupado.

—Hobi–. Dijo entre susurros de preocupación su mayor —Mi conejito tiene frío.

Jungkook lo miró avergonzado y asombrado por como lo había llamado segundos atrás. El otro mayor lo miró y rodó los ojos, sacó una pequeña bolsa y le botó una caja azul al castaño.

—Dale eso, tal vez se le quite–. Escuchó como el otro chico decía, espera, ¿acaso ellos se estaban preocupando por él?

Para Jungkook era difícil asimilar esa situación, todo lo que recuerda es que ellos lo llevaron consigo después de aquel momento en que se juntaron con Suga.

Había resultado herido y lo trataban de sanar, sin embargo, horas antes de que cayera la noche el chico castaño de bonita sonrisa lo revisó tratando de encontrar algo, y Jungkook sabía lo que buscaban.

Para su mala suerte recuerda que la CIA le había puesto un GPS, sin embargo él sabía que aquel objeto estaba incrustado justo en su herida.

Tenía miedo de que lo supieran y lo mataran, porque hasta ahora ellos lo estaban cuidando. Sin embargo Jungkook no sabía que en realidad Jimin y Hoseok ya habían encontrado el rastreador, y a pesar de que Hoseok trataba de luchar contra Jimin para convencerlo de matar a aquel policía el menor jamás bajó la guardia.