Día de la revelación de género, ni Niki ni Sunoo lo sabían, entonces ¿Quién fue el primer en saber el género del cachorro? Jungwon, Jungwon lo supo primero que todos, él organizó la fiesta y la forma de revelarlo, después de todo, él es el padrino, lo que sea por su sobrino.. o ¿Sobrina?
-Yo si quiero que sea niña- Sunoo estaba emocionado, quería que fuera una mujer para poder peinarla y vestirla bien bonito.
-Yo quiero un niño- Niki quería enseñarle todo lo que sus padres nunca le enseñaron.
Sunoo se colocó una remera rosa con deseo de tener una niña y Niki una remera celeste con el deseo de que sea un niño.
-Chicos~- Jungwon entraba a su habitación -Ya es hora~- canturreaba.
Sunoo se puso realmente nervioso, tan solo 1 mes más y tendría a su cachorro en brazos.
Jungwon los guió a la sala, ahí estaban sus amigos, osea Heesung y 6 aprendices de la empresa de Niki que son muy cercanos a él, también estaba el papá de Niki, sí, él amaba ser abuelo, pero su madre... requería más tiempo.
Sunoo estaba con un overol amarillo y su remera rosa, Niki con su pantalón café y su remera celeste.
Los invitados aplaudieron al ver a la pareja entrar, los regalos para su bendición estaban regados por toda la sala, como una mitad era de Heesung, él le entregaría todo su amor a ese cachorro aunque no sea de él.
-Bien, a lo que vinieron- Jungwon habló feliz -Vamos, al patio, vamos, vamos- tomó la mano de ambos guiandolos a donde ya había dicho.
Ahí se encontraban 17 diferentes pelotas blancas de béisbol.
-En una de esas pelotas está el género de su bebé- el omega pelinegro hablaba feliz.
Sunoo se colocó en posición para lanzar las pelotas y Niki con su talento innato para los deportes, agarró el bate y se alistó para golpear las pelotas.
-Va la primera- Sunoo avisó con una sonrisa y lanzó la pelota lo mejor que pudo, nunca fue muy atlético.
Niki casi cae, pero pudo golpear la pelota, pero no había nada.
Los invitados veían con emoción por encontrar la pelota destinada.
Una tras otra, las pelotas eran lanzadas hasta que solamente quedaron 5.
-Me estoy desesperando- Sunoo lanzaba la pelota número 13. -Vamos... quiero una niña- y al lanzar la pelota número 14, un color azul se vio en polvos en el aire cuando Niki la golpeó, esa era la pelota indicada.
-Oh... por Dios...- lo había tomado por sorpresa.
-¡Será un niño!- Niki tiró el bate y alzó sus brazos con euforia para correr hacia Sunoo.
Sí, quizá el omega quería una niña, pero estaba más que feliz con su hijo.
Los invitados aplaudieron y felicitaron a los futuros padres, partieron el pastel y abrieron los regalos, ropita de bebé, biberones, toallas, pañales, leche, de todo.
-Esto es para usted- habló uno de los aprendices con los que era cercano mientras le entregaba una cajita a Niki -Espero que le guste... tengo que retirarme, nos vemos el lunes- hizo una reverencia y se marchó.
-Adiós, Taki- Niki habló con una sonrisa, le tenía bastante cariño a ese niño de 17 años, era un omega cantante y aprendiz de su empresa, era japonés, por lo que se comunicaban en su idioma y compartían costumbres, se llevaban muy bien.
Abrió esa pequeña cajita que le fue regalada y encontró un reloj muy bonito, era caro y de muy buena calidad, así que lo usaría muy bien.
-Niki, te buscan para la foto- su dulce omega lo sacó de sus pensamientos.
-Sí, ya voy- guardó aquella cajita en su bolsillo mientras tomaba la mano de Sunoo.
No es como si supieran qué pasaría hasta tener a su hijo en brazos, pero tenían fe de que todo salga bien, claro, para Niki todo estaba de maravilla si tenía a su omega y a su hijo con él.
.
.
-Auch...- El omega se quejó acostado en su cama.
Ya era de noche, la pareja estaba acostada y lista para dormir, bueno, al menos hasta que el menor se quejó por un dolor en su vientre.
-¿Duele algo? ¿Dónde?- preguntó el alfa sentándose y prendiendo las luces de noche, más específicamente, la lámpara que tenía al lado.
-No... solo dolió más de lo usual- debía ser normal, después de todo solo faltaba un mes para que su pequeño hijo naciera.
-Ven, te podré tu cremita- Niki se paró de la cama y buscó en el baño esa cremita especial para la pancita de Sunoo, la agarró y fue directo con su omega. -Sube tu pijama- ordenó suave y tranquilamente.
-Sipi- le gustaba que su alfa le diera un masaje.
El vientre de Sunoo estaba hinchado, no tanto como sería el de una mujer, pues los bebés en omegas hombres eran más pequeños, pero se notaba que estaba en cinta, además de que su vientre no era lo único hinchado, sino también su pecho, estaba unos tres o cuatro centímetros más grande, pues se guardaba la leche con la cual amamantaría a su hijo por al rededor de un año o más.
Niki aplicaba la crema en todo el vientre de su omega, sin fuerza o brutalidad, solo caricias llenas de cariño.
-Bien, amor, ya está- besó su pancita.
-No hagas eso- le provocaba cosquillas.
Niki quería hacerle más cosquillas, pero de seguro Sunoo estaba cansado, así que arregló su pijama, lo arropó y se acostó a su lado esperando la mañana siguiente.
Todo normal, todo tranquilo, solamente una noche corriente entre sueños y pequeñas caricias somníferas... eso hubiera sido si Sunoo no se hubiera despertado a las 2 de la mañana por un gran dolor en su vientre.
-Niki... N-Niki...- lo removió sentándose esperando aliviar el dolor.
-Cariño... ¿Qué pasa?- abrió sus ojos poco a poco hasta ver a Sunoo hiperventilándose mientras que con una mano sostenía su vientre.
-Duele...- se quejó como pudo mientras intentaba calmarse.
-¿Quieres una pastilla? o-- sus palabras se detuvieron al ver el líquido rojo que corría por las piernas de Sunoo.
Ambos se quedaron en silencio, asustados.
Se acababa de romper la fuente.
Cami~
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Accidentally - SunKi
FanfictionUna noche puede hacer la diferencia en toda una joven vida, afrontar la paternidad a una corta edad no es algo recomendable... pero luego de un pequeño olvido, Sunoo y Niki tendrán que afrontarse a aquel gran reto a pesar de sus tempranas edades. -S...