Capítulo 2. El futuro de un ángel.

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Pit recobro el conocimiento lentamente. Sus párpados se sentían pesados y un intenso dolor en su cuerpo lo hizo jadear. Lentamente sus ojos se abrieron, viendo la cara preocupada de su amada diosa.

-¡Pit!- Lo llamó, podía reconocer ese tono de angustia en su voz.

-¿Lady... Palutena? -Murmuró. Intentó sentarse pero rápidamente fue detenido por la grandes manos de su diosa.

-No te levantes Pit, aun estas herido.

Pit se dejó empujar, ahora con sus ojos mas enfocados. Pudo ver las cortinas de su habitación, el olor de su cama y el cálido sol por la ventana. De repente, los recuerdos de lo sucedido regresaron a su mente. Sus compañeros, las flechas extrañas, esos humanos, la explosión.

-¡Lady Palutena! ¡Ugh!- Gimió cuando se sentó apresuradamente.- Mi equipo ¿Donde están? ¿Están bien? Hubo una explosión, esos humanos, tenían un cañón extraño! ¡Fue una trama Lady Palutena! ¡Me estaban buscando, hablaban de una colección!

-Pit, Pit. Shhh..- La diosa lo abrazó.-  cálmate.

Pit se relajó en sus brazos, el dolor de su cuerpo era intenso y sus pobres alas luchaban contra el vendaje.

-¿Donde están los otros?- Preguntó en un susurro.

Palutena no respondió, cerró los ojos con fuerza y apretó el agarre de Pit en sus brazos. El ángel blanco dejó salir un jadeó y las lágrimas comenzaron a caer en un silencioso sollozo. Otros ángeles que también estaban en la habitación atendiendo las heridas de su capitán bajaron la mirada apenados.

El ataque había sido mortal, Palutena había actuado rápido una vez perdida la señal, enviado una tropa de centuriones para ayudar, incluso ella misma había bajado para averiguar lo que había pasado. Encontrando una horrible escena. Los cuerpos de los ángeles desparramados, sangre y plumas chamuscada. Pit apenas había logrado esquivar el ataque del cañón pero la explosión lo había dejado mal herido. Solo él y otro ángel habían sobrevivido de los cinco que habían bajado. Y fue ese mismo ángel, el que evitó que esos hombres se llevaran a Pit. Arrastró su cuerpo inconsciente como pudo hasta esconderlo entre unos arbustos y se usó así mismo como señuelo para que esos humanos lo siguieran en dirección contraria, siendo asesinado en el lugar. Dio su vida por el capitán, pero Palutena no le dijo a Pit los detalles, sabiendo que se sentiría mas culpable por lo sucedido.

-Suspendan todas las búsquedas.- Dijo la diosa cuando dejó a un dormido Pit nuevamente en su cama. Se había quedado dormido mientras lloraba por su equipo caído. Pero la diosa prefería eso, que ver el dolor en sus ojos abiertos.- Quiero a todos los ángeles de vuelta en Skyworld.

-Si , Lady Palutena. -Y los ángeles se retiraron de la habitación.

Cuando Pit despertó nuevamente, ya mas calmado y sus heridas curandose rápidamente con las pociones de su diosa. Pudo explicar mejor los hechos.  Lo que vio y la preocupante arma "anti ángeles" que los humanos tenían en su poder. Palutena estuvo todo un día en su oficina analizando los hechos. Repitiendo una y otra vez los recuerdos de Pit dentro de su fuente, como una película que adelantaba y retrocedía.

¿A que se referían esos hombres sobre una "colección"?

No estaba segura. Solo tenía una cosa clara. Esos humanos no serían capaces de tener magia bajo su poder. Armas divinas como esas flechas extrañas o la capacidad de romper la conexión con sus ángeles. Aquí habían terceros involucrados y estaban buscando a Pit por alguna razón, eso la preocupaba aun mas.

-¿Lady Palutena?- Escuchó una voz detrás de ella.

Un ángel había entrado a su oficina sin siquiera percatarse, traía una bandeja con una taza de té y galletas.

Future in your hands [Pitcest Mpreg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora