Capítulo 5. Pañuelo rojo.

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Pit intentó levantarse. Sus brazos temblorosos apenas podían sostener su peso.

-Ya no huyas, capitán. No vale la pena que te sigas esforzando.- Dijo el ángel cian. Sabiendo que probablemente lo estaban observando pero no podían escuchar sus palabras.

Pit levantó la cabeza, encontrándose con una sonrisa casi retorcida. Ojos dorados llenos de lujuria que le puso la piel de gallina. Intentó levantarse otra vez cuando el ángel mas alto comenzó a acercarse.

-No... No estoy derrotado aun.. -Dijo Pit mientras se levantaba. Su respiración era pesada, y apenas mantenía uno de sus ojos abiertos. Poniéndose en una posición defensiva.

Ballve sacó su espada y también se puso a la defensiva. Fueron minutos de silencio. El sol sobre ambos era abrazador pero ninguno se movió. Hasta que el cuerpo de Pit se balanceo ligeramente y fue la señal perfecta para atacarlo. Ballve se lanzó hacia él, con su espada en alto. Pit solo pudo defenderse, levantando su arco para bloquearlo en un sonido metálico. El ángel mayor intentó quitarle el pañuelo en un hábil movimiento, pero Pit retrocedió en el momento justo, contraatacando con una fuerte patada que lanzó a Ballve lejos de él.

El ángel cian arrastró los pies para mantener el equilibrio, llevándose una mano a su costado donde recibió la patada, dejando salir un jadeo.

-Eres increíble...- Susurró con una sonrisa. - ¡Es por eso que te haré mio!

El ángel volvió a atacar, pero esta vez Pit estaba preparado para recibirlo. Fueron golpes tras golpe. Patadas tras patada. El sonido metálicos de sus armas era ensordecedor. Ninguno parecía ceder, y a pesar del cansancio de Pit, no parecía que fuera a estar en desventaja.

En la pantalla todo el mundo veía sorprendido. Era primera vez que veían a Pit en una batalla cuerpo a cuerpo con otro ángel a su altura, aunque la mayoría asumió que era por el cansancio, era obvio que Pit era mucho más fuerte y con mucha más experiencia. Varias veces la batalla fue interrumpida por otros ángeles que intentaron aprovecharse de la distracción para atacar a Pit. Pero incluso siendo atacado por mas de uno a la vez, Pit logró defenderse.

Dark Pit tenia las manos fuertemente aferradas a unos de los barandales. Ambar estaba divertida con su comportamiento. Pero no podía negar que también estaba preocupada por el pequeño Pitty.

-Si tanto te preocupa. Ve por él.- Le dijo la rubia en broma. Pero la mirada concentrada de Dark Pit dejaba claro que lo estaba considerando.

Los gritos del público hicieron que las alas de Dark Pit se extendieran y Ámbar miró la pantalla otra vez. Viendo que Pit nuevamente había caído al suelo. Esta vez, con un ángel sobre él intentando quitarle el pañuelo. Otro ángel pateo al que estaba sobre él y parecía una batalla de lobos por ver quien se subía sobre Pit para quitarle el pañuelo. La agresividad era evidente, los intentos por quitarle el pañuelo a veces tenían como consecuencia lastimar a Pit. Incluso muchas veces lo pisaron o patearon por pelearse entre ellos y el ángel blanco solo podía aferrarse al pañuelo para evitar a que se los arrebataran. Cubriendo su cabeza y soportando las pisadas sobre sus alas y espalda.

¡Esto era una tortura!

-Esto ya se esta saliendo de control...- Dijo Ambar con una mirada de preocupación, por mas que se burlara del ángel blanco, ya comenzaba a sentir pena por él.

-¡Tienes que detener esto! ¡Palutena!- Grito Dark Pit a la diosa. Su puño estaba apretado igual que su mandíbula. No podía seguir viendo como pisoteaban al idiota.

¡El era el único que podía maltratarlo de esa forma!

-No puedo hacer nada, no han roto las reglas. Pit debe defenderse o rendirse. -Dijo la diosa con seriedad.

Future in your hands [Pitcest Mpreg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora