ᴍʏ ᴡᴏʟғ |
Otra Cullen llegó a Forks, más bien, Hale.
Alaia Elizabeth Hale, es hija adoptiva de Rosalie y Emmet Cullen.
Debido a los problemas que cierta humana trajo a su familia, Alaia decide regresar a Forks para ayudarlos con la cacería de una...
El última día para entrenar que tenían antes de que los neófitos llegarán al pueblo. La familia Cullen-Hale ya se encontraba reunida en el claro. Jasper y Emmett ya estaban luchando; a juzgar por sus risas, era un simple calentamiento. Alice, Rosalie y Alaia los observaban, repantigadas en el suelo. Mientras, a unos cuantos metros, Esme y Carlisle estaban charlando con las cabezas juntas y los dedos entrelazados, sin prestar atención a nada más. Cerca del cuadrilátero de entrenamiento, se encontraban tres lobos mirando cada ángulo que podían de la pelea.
Alaia se levanto y comenzó a adentrarse sola en el bosque, dejando atrás el claro y a su familia. El lobo gris miro detenidamente los movimientos de su novia y dirigió una mirada hacía el resto antes de seguirla.
— Se que estás ahí, Paul. — el lobo frunció el ceño, intento ser lo más discreto posible para que la castaña no se percatara de su presencia.— Estoy conectada con el bosque, ¿Lo recuerdas?.
— Lo siento, nena.— se disculpo saliendo detrás de un árbol con solo unos pantalones cortos.
— Entiendo que cuando te trasformas tu ropa se rompe pero además de pantalones también podrías traer una remera.
— ¿Por qué? ¿Te pongo nerviosa?
— Un poco.— el moreno se acercó a ella tomándola de la cintura.— Creí que debías de ver el entrenamiento.
— No falta mucho para que acaben, además esta vista es más entretenida.— Alaia rio y junto sus labios en un beso.
— Oigan! — el grito de Emmett los hizo separarse de golpe.— Elizabeth, debemos irnos!
— Ya voy!. — rodo los ojos y le dio otro beso rápido.— Dejaré la ventana abierta.— susurró para salir corriendo de regreso al prado.
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Todos ya se encontraban en el claro esperando la llegada de los neófitos, los lobos estaban escondidos esperando el momento justo para su emboscada. Mientras que por otro lado, Edward junto a Seth, — el menor de la manada—,se encargaban de cuidar de Isabella, los tres estaban en lo alto de una montaña nevada, donde según Edward su novia estaría segura. Solo era cuestión de minutos para que los vampiros recién nacidos aparecieran en el prado, enloquecidos por el olor de la sangre de la humana, quien minutos antes había esparcido un poco de su sangre por todo el prado para poder atraerlos hasta allí.
—Estén preparados, en 20 minutos llegarán. —Dijo Alice.
Y así fue. Un ejército no muy grande de neófitos apareció entre los árboles, el primero en atacar fue Jasper, de un golpe, le arrancó la cabeza aún neófito. Emmett arremetió contra uno y le arrancó la cabeza a otro. Alice no tenía problema, era muy ágil, escurridiza y atacaba. Alaia por su lado utilizando su don, hizo aparecer algunas plantas inmovilizando a algunos neófitos y Rosalie aprovechaba el momento para arrancarles la cabeza.
