𝕸𝖞 𝖂𝖔𝖑𝖋| ᴘʟ

₀ ₁ ₅ : 𝐄𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐝𝐞 𝐁𝐫𝐞𝐞

Al sentir frío, Alaia tanteo la  cama esperando toparse con el cuerpo de su novio pero abrió sus ojos al no sentirlo junto a ella. Escucho ruido proveniente de la planta baja, así que se levantó y se coloco su ropa interior al ver que seguía desnuda, vio la remera de Paul en el suelo y se la puso para poder bajar y buscar a su lobo.

—Buenos días. — Paul sonrió al escuchar la voz algo adormilada de su novia y volteo a verla.

Ante los ojos del lobo, Alaia se veía tierna y sexy a la vez, con su pelo todo desordenado y utilizando su remera, admiro la marca que había hecho en su cuello marcándola con su olor y demostrando que le pertenece.

—Buenos días preciosa. Siéntate que ya tengo el desayuno. — Alaia le sonrió sorprendida nunca antes lo había visto cocinar.

Paul acercó dos platos a la mesa y dejó un beso sobre los labios de Alaia.

—Sam me llamó, así que te llevar en tu casa antes de irme. — Alaia asintió.

—Esta bien, yo debo de ir con mi madre y Bree de compras. — Paul miro curioso a la castaña ya que esta rodó los ojos.

—¿Qué pasa?.

— Alice quiere que compre un vestido para la boda de Isabella. No me gusta la idea pero lo haré por Edward.

— Lamento no poder acompañarte, pero no puedo hacerle eso a Jake. — claramente habían invitado a Paul, él ya era parte de la familia pero esté lo rechazo, desde que Jacob se fue el odio de la manada hacia Bella creció. También el hecho de que estaría lleno de vampiros le incomodaba y Alaia lo entendía, por lo cual no tuvo problema alguno con eso.

— Si lo se, espero lo encuentren. — dijo haciendo referencia a Jacob.— De todas formas aun tengo a Bree y también vendrán los Denali. —dijo lo último con una sonrisa. — Son unos amigos de Carlisle, los consideramos familia, viven en Alaska. — explicó al ver la confusión en el rostro de Paul.

—Oh, bueno si así no te aburres por mí bien.

Después de comer, la castaña llevó los platos al fregadero y se volvió hacía el lobo.

—Me iré a bañar, ¿si? — Paul asintió y vio como su novia subía las escaleras, dudo unos segundos pero la siguió. —Hey... — se sobresalto al sentir las manos de Paul sobre su cintura, este la giro y la beso mientras el agua caía sobre ellos.

—Nos vemos después, te amo. — Alaia beso a su novio y le entrego el casco.

—Yo también te amo, diviértete buscando vestidos. —ella rodó los ojos divertida y ingresó a la casa escuchando el ruido de la moto alejándose.

—Ve a bañarte, apestas a chuco. — se quejo Emmett al verla entrar.

—Pero me acabo de bañar. — Alaia se arrepintió de decir eso, ya que, tenía a toda la familia frente a ella.