𝕸𝖞 𝖂𝖔𝖑𝖋| ᴘʟ

₀ ₄ ₁ : 𝐕𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐚 𝐜𝐚𝐬𝐚, 𝐥𝐨𝐛𝐢𝐭𝐨

Aro soltó la mano de Alice, entre sorprendido y desconcertado, y muy pocas personas lograron ver un poco de miedo en su ojos al centrar estos en los Cullen. Su mirada escarlata viajo hacía la manada, los testigo y luego hacía los Cullen-Hale, deteniéndose en Alaia, la miro detenidamente de arriba abajo, ella seguía sobre el lomo del lobo gris, al igual que Renesmee sobre Jacob y ninguno tenía intensión de huir. Paul soltó un gruñido al ver la mirada tan intensa del vampiro sobre su impronta, por lo que Aro la aparto.

Todos seguían vivos, como si nada hubiera pasado. Edward también había visto aquella visión, al igual que pudo leer los pensamientos de Alice. Ahora podía comprender porque razón se fue junto con Jasper de la manera en que lo hizo.

– Ahora lo sabes. –  habló Alice captando nuevamente su atención.– Ése es tu futuro. A menos que decidas alterar su curso. 

–No podemos hacer eso,–  Caius se acercó a su hermano al verlo callado.– la niña sigue siendo una amenaza.

–¿Y si aseguramos que se mantendrá oculta de los humanos? –preguntó Edward.– ¿Podemos irnos en paz? 

–Por supuesto. Pero ¿Cómo piensan hacerlo?

–Yo te lo diré.

Alice se alejo de Aro, quien seguía desconcertado, y dio unos pasos hacía su hermano. El sonido de pisadas sobre la nieve blanca, llamó la atención de los vampiros y lobos presentes en aquel claro, todos voltearon en dirección a aquel ruido. Del bosque, por el mismo camino que Alice y Jasper habían recorrido, salieron dos siluetas. Eran un hombre y una mujer, ambos se acercaron a paso lento hasta estar a unos centímetros de los Vulturis, junto a Alice, quien volvió a voltearse hacía el Rey.

–Estuve buscando mis propios testigos...–  comenzó a explicar.–  En las Tribus Ticuna de Brasil.

– Hay suficientes testigos.–  debatió Caius pero su hermano lo calló.

–  Déjala hablar.

– Yo soy mitad humano, mitad vampiro como la niña.– empezó el hombre.–  Un vampiro sedujo a mi madre, quien murió al darme a luz. Mi tía Huilen fue la que me crio. Yo la hice inmortal. 

– ¿Qué edad tienes? – Isabella dio un paso al frente apresurándose a preguntar y el hibrido se dio vuelta para responder.

– 150 años.

– ¿A qué edad llegaste a tu madurez? – preguntó esta vez, Aro.

–  Yo me hice adulto siete años después de nacer. – respondió mirándolo.–  Desde entonces soy así. – Alaia miro a Nessie, quien le sonrió.

– ¿Y tu dieta?

–  Sangre. Comida humana. Puedo vivir de ambas. 

– Estos niños son parecidos a nosotros. – dijo Marcus.

– Aún así, los Cullen se aliaron con los lobos, son nuestros enemigos.– replicó Caius y Aro se volteó hacía él, colocando una mano sobre su hombro.

– Queridos míos, aquí no hay peligro alguno. No habrá pelea... Hoy– determino Aro de manera solemne. 

Caius arqueo una ceja mirándolo detenidamente, parecía enfadado pero aun así no replicó. Simplemente retrocedió seguido por la guardia y sus testigos, y desaparecieron. Marcus después de compartir una mirada con Aro, lo siguió.  Aro se quedó por unos segundos, pasando su mirada de Alice a Isabella y por último a la pequeña familia Hale.

– Qué recompensa...– murmuró para después desaparecer.

Ambos rumanos comenzaron a protestar, indicando que podían atacar aprovechando que estaban en retirada. 

–No será hoy.– habló Carlisle acercándose a Esme para abrazarla, al igual que hacía el resto. 

Alaia bajo del lomo de su lobo, quien se volteó hacía ella comenzando a olfatear su barriga, haciendo que ella suelte una carcajada. 

– Vamos a casa, lobito.– este lamió su rostro sacándole una mueca.–  Iughh! Baba de chuco.–los vampiros rieron mirándolos divertidos y otros enternecidos.

La manada se acercó a Alaia y ella acarició la cabeza de todos ignorando el gruñido de Paul.

– Quieren que vayas con ellos, Emily quiere verte. – habló Edward al leer los pensamientos de Sam.

– Primero me despediré de mi familia, luego iré ¿De acuerdo? –la castaña noto como el lobo gris asintió y el resto salió corriendo hacía el bosque siendo éste el ultimo.–Te amo...–dijo para después dejarlo ir.

–Ya que Leah no esta y todo esto termino..– Bree se acercó a ella con una sonrisa inocente.–  Dirás que soy la madrina ¿Verdad?– la castaña rodo los ojos caminando hacía sus padres. 

Todos los testigos regresaron a la residencia Cullen para poder despedirse de sus amigos, ya que todo había pasado y debían regresar a sus hogares. Alaia se encontraba despidiéndose de sus tías favoritas del clan Denali y su nuevo integrante, Garret.

– Más te vale cuidarte y a esos pequeños porque vendremos a verte.– informó Tanya abrazándola.

–  Lo haré y espero volver a verlos pronto, incluso a ti.–abrazó a Garret quien le correspondió para después colocarse detrás de Kate.– Lamento mucho lo de la Tía Irina.– Tanya negó suavemente.

– Ustedes no tienen la culpa de nada, ella fue quien se cegó y se lo buscó.–dijo con un deje de tristeza.

– Te vamos a extrañar pequeña.– Eleazar y Carmen la abrazaron y ella les sonrió.

– Yo igual.– sonrió por última vez para después desaparecer y regresar a Alaska. 

La castaña camino hacía sus padres quienes acababan de despedirse de las hermanas del Amazonas. 

– ¿Cómo te sentís?– preguntó Rosalie.

– Cansada..– soltó un suspiro y se sentó en un tronco caído que colocó Emmett para ella.– Gracias. 

– Puedes dormir y le dices a Emily que otro día vas.

– No, esta bien iré, además Emily prepara Muffins muy ricos.– sus padres rieron.–  Me quedare a dormir allí con Paul.– informó mientras volvía a levantarse.– No tiene guardia por lo que aprovechare para pasar más tiempo con él.

– De acuerdo pero me avisas si necesitas algo.

– ¡Eli!– Alice se acercó a ella y la abrazo.–  ¿Qué tienes?

– Estoy enojada porque me dejaste.– Alaia miro a Jasper, quien se acercaba a ellos.– Ni se te ocurra.– el rubio alzó las manos.

– Ya, perdón pero era por el bien de todos.

– Creí que huías.  

– Nunca dejaría a mi familia.– la abrazo y obligo al resto a unirse. 

–Tengo hambre.– los vampiros se separaron riendo ante las palabras de la castaña.