HAIKYUU || one shots

Hinata Shoyo

Pedido de: Cloudy-san_

— ¡S-Senpai, espere! —Le exclamó el joven Futaba al peli naranja viéndolo correr dentro del estadio— ¡Yamaguchi senpai nos dijo que no nos separáramos!

El pobre chico de primer año correteaba detrás de Hinata desde el momento en que emprendió su carrera sin siquiera dar explicación, para evitar que acabara perdiéndose ya no era extraño perderlo de vista por un segundo y que este se perdiera tan solo yendo al baño.

Sin embargo no había fuerza en la tierra que detuviera al chico de tercer año en llegar a su destino, casi ni escuchaba la voz del menor llamando por su nombre, no se detuvo hasta que llegó a la baranda que separaba al público de los jugadores de la cancha.

Fue entonces cuando visualizó el uniforme oscuro del equipo femenino de Karasuno, estas estaban del lado contrario de las chicas de Niiyama, pero su sonrisa desapareció cuando vio el contador de puntos y notó que las chicas estaban a pocos puntos de perder el partido. ¿Había llegado demasiado tarde?

Sintió al resto de su equipo llegar a su lado para presenciar la misma escena que él, sus compañeras jadeando mientras las chicas del lado contrario celebraban que estaban a un punto de ganar el set final.

— ¡Ánimo! —Exclamó el peli verde de segundo año ganándose las miradas de sus compañeras de preparatoria.

Ver a los chicos ahí, apoyándola fue como una inyección de fuerza para ellas, no obstante no fue lo suficiente. Exhaustas y sin aliento tan solo lograron extender el partido en unos cuantos puntos más para finalizar en el resultado que tristemente todos esperaban: el árbitro dando la victoria a sus rivales.

Mordiendo su labio, Hinata fue el primero en dirigirse a la salida por donde aparecerían sus compañeras, corriendo para llegar en el momento justo para ver a la capitana de equipo frente a él. Sin pensarlo por dos segundos se lanzó a abrazar a su querida novia.

—Por favor no llores o rompo en llanto contigo —suplicó apretándola contra su cuerpo, algo tarde ya que la humedad en su hombro le indicaba que su pedido fue sin sentido—. Está bien, amor.

—Perdimos por mi culpa, yo pude hacer más, arruiné el juego —balbucea apretando los brazos a su alrededor.

El ace de Karasuno optó por tan solo acariciar la espalda de la chica notando como su llanto se incrementaba, viendo al resto del equipo también escondiendo sus rostros mientras lloraban, sintiendo su corazón encogerse ante la escena.

Deseaba haber llegado un poco antes, tan solo unos minutos más donde las chicas pudieran verlos y saber que estaban apoyándola, quizá un poco más de ánimo hubiese hecho la diferencia.

Separó a su novia para acto seguido secar él mismo su rostro, besando su sonrojada nariz.

—Ya lloraron suficiente su derrota, ahora tienen que centrarse en el siguiente partido —interrumpe el vice capitán de Karasuno, haciendo que todos los ojos llenos de lágrimas se dirigieran al peli negro—. Este no es el final, aún tienen una oportunidad de ir a la final si le ganan a Datekou, en eso tienen que pensar ahora.