HAIKYUU || one shots

Semi Eita

La fémina soltó un suspiro de frustración mientras se dejaba caer hacia atrás en su silla, soltando un pequeño grito al sentir como casi caía al suelo. A cada segundo la motivación para seguir estudiando se desvanecía más y más, veía todos los libros desparramados sobre el escritorio y solo le entraban ganas de llorar.

— ¿Quién inventó los exámenes finales? —lloriqueó aprovechando su soledad ya que su compañera de habitación estaba en una cita con el capitán de natación.

Se enderezó de nuevo acercándose de nuevo al escritorio pero justo en ese momento unos golpes en su puerta llamaron su atención. Giró en la silla antes de impulsarse para ponerse de pie, abrazándose a sí misma sintiendo la suavidad de su gran sudadera de Totoro.

Los golpes volvieron haciéndose persistentes haciendo que le gritara a la persona que estuviera del otro lado.

— ¿Te desperté? —Pregunta el peligris asomando su cabeza por la puerta— ¿Estás sola?

—Itsuki tiene una cita, y yo tengo una cita con Química Avanzada y Ciencias Naturales —se quejó volviendo a tomar asiento en su silla. Escuchó el chirrido de la litera al sentir a su novio lanzarse a su cama—. ¿Cómo te fue en la práctica de hoy?

—En realidad no fue una práctica, el entrenador está haciendo un pequeño campamento de entrenamiento con chicos de otras escuelas —empezó a relatar poniéndose cómodo entre los peluches que yacían en la cama de la chica—. ¿Recuerdas al #10 de Karasuno? Se coló en el campamento sin siquiera estar invitado.

— ¿El peli naranja que salta alto?

—Ese mismo. El entrenador lo puso a recoger los balones, pero estoy seguro que estará bien —ella tan solo murmuró un pequeño "uhm" mientras borraba de nuevo el ejercicio trataba de resolver por quinta vez—. Bebé, ¿me estás prestando atención?

Tan solo soltó un lloriqueo pasando sus manos por su rostro—. Por supuesto, solo que estoy un poco estresada.

Con los ojos cerrados escuchó el interruptor de la luz siendo apagada sintiendo la leve iluminación de la lámpara del escritorio justo frente a ella. Dejó salir una sonrisa cuando los labios de Semi sobre su cabeza a la vez que sus brazos se enrollaban en su cuello.

—Tienes que descansar, ya es muy tarde —susurró apretando su agarre y riendo al ver cómo trataba de soltarse.

— ¿Quieres que descanse o que muera? —Se quejó sin poder soltar sus manos de su cuello— Además tengo un examen dentro de dos días, debo estu...

—Podrías acompañarnos a una sesión de estudio, incluso yo mismo podría enseñarte —dijo rápidamente.

Sin darle la oportunidad de quejarse de nuevo, jaló de ella aún sobre la silla para dejarla frente a la cama y empezar a forcejear para lanzarla sobre esta. En medio de carcajadas, chillidos y gritos ambos acabaron tumbados en la cama de la chica, acurrucados debido a lo pequeña que era la litera y la cantidad de peluches y almohadas que había sobre esta.