Pov. Rosé
Lo primero que debes entender, es que, las circunstancias en esos tiempo eran completamente distintas, a lo que, son hoy-- dice mi padre.
Lo observo en silencio, dejando, diga lo que tenga que decir, a su ritmo. Mueve mucho sus piernas y no deja de pasar sus manos por su cabello, está claramente nervioso.
En ese entonces me obsesionaba el poder-- levanto mi ceja en un gesto interrogante-- déjame continuar ya entenderás. Estaba loco, solo quería ganarle a Jay, siempre tuvimos una especie de guerra y no por el poder como piensas-- confirmo mi teoría, esto tiene que ver con mi madre-- veras hace años cuando conocí a tu madre, su hermano estaba metido hasta el cuello en problemas al igual que yo y de cierta forma termine arrastrándola en ellos, él nunca estuvo feliz por eso-- guarda silencio para ver si muestro sentimiento alguno, mi cara permanece como si nada, aunque quiero gritarle-- solo quería ganar, demostrar que conmigo tu madre y tú no corrían peligro... Él tenía razón, fallé y de la peor manera... En un desespero por ir perdiendo contacté con estas personas, se supone son japoneses pero algunas veces trabajan aquí en Corea, solo pedían un favor a cambio. Me sentía poderoso ¿Que podían pedirme?-- baja su cabeza y sus manos se convierten en puños.
A tu hija... ¿Eso fue lo que pidieron?-- pregunto, aunque ya sé la respuesta.
Sí, pero no solo a ti-- levanta la mirada-- también a Jimin, en teoría no saben quiénes son-- No comprendo que quiere decir-- cuando llegara el momento yo debía entregarlos, no antes. La única condición que puse fue: me dejaran entrenarlos a mi manera y que permanecieran anónimos hasta entonces, aceptaron-- hala su cabello agobiado-- tu madre se enteró y comenzó a odiarme desde entonces... Realmente no puedo culparla por ello-- suspira-- no fue hasta que, Lay vino un día y me obligo a ver con mis ojos, lo que, aquellas personas eran capaces de hacer, el mismo protegía a dos personas de ellos-- guarda silencio, buscando las palabras para continuar.
Todas las piezas van encajando en su lugar, debe referirse al único amigo que le conozco, no tengo idea porque Lay haría algo así, pero si, él es consciente que tan destructivos pueden llegar a ser estas personas y está haciendo lo posible por detenerlos es por una buena razón.
Estaba dispuesto a hacerlo... A entregarlos, estaba cegado por mi ambición-- las lágrimas caen de sus ojos, siento el deseo de abrazarlo y a la vez gritarle, pero no muevo ni un cabello, si lo hago no me contara mas-- pero al pasar los años, verlos crecer, las charlas los entrenamientos... Mi niña, mi Rosie no podía y el miedo por saber que ellos vendrían me recorrió por completo. Reaccioné y me propuse impedir que, ese día llegara-- se acerca para tomar mi mano, lo dejo hacerlo y me da un fuerte apretón-- busqué a la única persona que, podría ayudarme en esto... Jay no estaba feliz al enterarse el trato que, había hecho, me dió la paliza de mi vida por poner en peligro a ambas-- sonríe un poco-- podrá ser un sádico y un loco con los demás, pero con ustedes, Roseanne, nadie puede meterse-- ahora no hay lugar a dudas, Jay Park es el hermano de mi madre, es mi tío-- la relación de tu madre con él... es complicada, no quieren que, le pase nada al otro, pero a la vez se mantienen alejados-- agacha su cabeza-- no justifico mis acciones del pasado, tampoco busco redimirme por ellas... Lo único que busco es ponerlos a salvos, a ustedes tres, Jay buscaba poner a salvo a los otros dos chicos-- pasa una mano por su rostro, no me había detenido a observarlo, no superficialmente, se nota realmente agotado-- estos tipos se metieron con los padres de los pequeños soldaditos-- mi mirada de reproche por el apodo no se hace esperar-- mira no les digo así porque quiera entrenarlos, sus padres eran soldados, estaban tras estos tipos y bueno no sé, les dejé el apodo. Mira Rosé-- mierda aún no ha dicho lo peor, solo me dice Rosé en momentos realmente serios-- eres lo más importante para mí, llegaré hasta las últimas consecuencias por ti.
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On The Streets (Chaelisa)
БоевикNo todos creen en el destino. Atribuyen el hecho de sufrir debido a las circunstancias, lo cierto para mí, es que, el destino es tan real como tú o como yo; más letal que una bala. Me colocó en una vida del asco, pero también me dio todas las posib...