Draugr Violeth

Capítulo 5

-  Hermosa despierta   -escuché a lo lejos-

Me encontraba muy adormilada, me puse boca abajo y presioné la almohada sobre mi cabeza para que no llegara luz o sonido.

-  Violeth tu padre ha venido, despierta ya   -me sacudió levemente para así despertarme por completo, me senté y froté mis ojos-

-  Arruina sueños   -dije entre bostezos-

-  Son las 5 dormilona

Miré hacia el reloj de pared sorprendida

-  Mierda   -dije en un susurro a lo que él rió-

Tomó mis manos y las observó por largo tiempo, me limité a apartar la mirada, luego tomó mi brazo y vio las marcas que me dejó Cristopher.

-  Tu padre está preocupado Violeth, ayer te saliste de control...   -escondí mi rostro entre mis piernas, no lo quería ver a la cara, la vergüenza me invadió, debe pensar que soy un completo monstruo y eso soy-

-  ¿Qué te dijo mi padre?   -pregunté aún sin verlo-

-  Que no hay problema, tienes coartada ya que estuviste en el baile, pero Violeth... Mataste a tres personas ayer, sin contar a un niño

-  ¿Tú trajiste la bandeja?   -pregunté para eludir el tema-

Él suspiró

-  No

Me dieron unas grandes ganas de romper la pared, sin embargo no lo hice

-  Casémonos    -le dije viendo la rosa-

Hubieron segundos de silencio, luego me corrió la mirada para que lo viera, cerré los ojos para no encararlo y lo escuché suspirar cansado

-  Violeth te amo   -dijo depositando un casto beso sobre mis labios-   Pero no me voy a casar contigo... Al menos así no   -susurró cerca de mis labios-

Abrí los ojos con sorpresa, él tenía los ojos llorosos y sentí un golpe en el pecho

-  Lo siento   -lo abracé-   No te merezco   -susurré-

-  Te amo   -repitió-   Luego me separó para luego darme otro beso en mis labios

No sabía qué decir... Qué pensar, era la primera vez que tenía un acercamiento romántico con él, sentí algo lindo, quizá con ese beso me estaba transmitiendo todo el amor que sentía.

Todo fue interrumpido por el sonido de la puerta abriéndose, de pie junto a la puerta estaba Damian viéndonos estático, separé mis labios de Gilbert rápidamente, este se levantó para salir de la habitación sin decir nada más, pero Damian detuvo su salida

-  ¿Disculpe?   -preguntó Gilbert, Damian respondió con un puñetazo en su rostro-

Gilbert cayó al suelo, Damian empezó a golpearlo repetitivamente en el rostro, Gilbert no se iba a dejar, se reincorporó y le devolvió los golpes, Damian se estrelló contra mi mesa de noche y la bandeja con la copa de sangre cayó al piso rompiéndose en pedazos, yo no hice nada, estaba demasiado impresionada como para hacer algo, era verde contra verde, no tenía nada que hacer ahí.

Me levanté sin que se dieran cuenta y salí descalza de la habitación

-  ¿Qué sucede?   -preguntó mi padre-

-  Están peleando   -musité, el salió de mi campo de visión rápidamente-

Me senté en un sofá de la biblioteca y suspiré

Es tan irónico que sus ojos sean iguales, pero a la vez tan diferentes, pensé, me acomodé en el sofá y me quedé dormida, por primera vez soñé con mi niñez