Capítulo 10

143 10 1
                                    

Creo que no es necesario explicar la matanza que hubo ayer, solo recordarlo me da hambre, pedazos de carne por do quier, decapitaciones, miembros destrozados; lo único que detesto es que el pueblo más cercano queda a dos mil millas y debo volver caminando ya que voy sin fuerzas.

Me senté en la cima de la pequeña loma a esperar a yarid, ya casi amanece, debe estar por llegar, cuando se hace la hora la miro a lo lejos, por desgracia no viene sola.

Veo mi ropa rasgada y cubierta de sangre hasta lo más mínimo, luego miro hacia ellos.

Oh, mierda

~*~

- Muy temprano -dijo la chica apenas salí de la casa, eran las 4:30am-

- ¿Y qué decir de ti, despierta y aún no amanece?

- Tengo algo que hacer -habló avanzando hacia el bosque fuera del camino-

- ¿Dónde vas? -pregunté siguiendo su paso-

- ¿No tienes otra cosa qué hacer? No sé, ve a hacer algo productivo -hizo gesto de auyentar a un perro, pero aún con su tez seria, me acordé de Violeth-

- Sí tengo qué hacer, buscar a Violeth -respondí aún siguiéndola-

- Me caes mal, eres insoportable -dijo caminando sin volverme a ver-

Quise entablar una conversación con ella así que seguí hablando

- Oye, ¿Puedo hacerte una pregunta?

- ¿Mmm? -ni se giró a verme-

- ¿Son reales?

- ¿Qué cosa?

- Tus ojos

Paró en seco, creo que la defequé ya que no habló ni dijo nada referente, se limitó a seguir su camino.

El bosque tenía cierto aspecto tenebroso por la hora, apenas se veían los rayos del sol salir, poco después subimos una pequeña colina, la claridad solar dificultaba mi visión, pero aún así la vi acostada campante en el césped.

Nos acercamos, yo más rápido que ella, casi corriendo, la levanté de un tirón e inspeccioné todas las heridas más visibles.

- ¿Violeth, quién te hizo esto? ¡Dímelo para reventarle los dientes a ese mal nacido! -le grité frustrado y ella me vio sorprendida-

- ¿Podrías soltarme? Me lastimas y dificultas la curación -dijo tranquila-

- ¿Por qué no lo matas? -exclamó la chica rara-

- Este idiota se preocupa por mí, ¿cómo podría hacerlo? -musitó ella poniéndose de pie y no dejó que la ayudara- Vamos

De regreso a la casa hablaron todo el camino, de helados la mayor parte del tiempo, la chica de ojos morados siempre con su tez seria, aunque de vez en cuando reía levemente por lo que decía mi vampira loca, con eso fue suficiente para darme cuenta que no la ama como a una hija, sino como a una hermana.

- ¡Me acabo de acordar de algo! -gritó Violeth casi llegando a la casa-

- ¿De qué? -preguntó la chica, sin embargo no hubo respuesta ya que mi ensangrentada flor salió corriendo a la casa-

La seguimos a paso normal hasta la cocina, buscó algo que no sabíamos que era, me quedé con las dudas ya que la chica habló.

- ¿Y si mejor te bañas y duermes?, no has descansado de anoche -sus palabras me intrigaron, pero me mantuve en silencio-

Draugr ViolethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora