Perdido en tu mirar

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Los personajes no me pertenecen, son de la gran Rumiko Takahashi esto es sin fines de lucro solo diversión por y para los fans.

Esta obra se reserva en su totalidad los derechos de autor, prohibida su copia o uso.

Una historia AU (universo alterno) solo tomo prestado los personajes, no necesariamente deben apegarse a sus personalidades.

Advertencia: está clasificada para mayores de edad, puede contener violencia física o emocional así como escenas eróticas y lenguaje soez.

—O—

¿Quién era ese hombre? ¿Quién era su objetivo? Me crispé por completo cuando sentí que reventaban la chapa de la puerta, en la oscuridad de mi habitación esperaba a que las lágrimas cesaran ¿por qué? pues la carga que llevaba sobre mis hombros era tan pesada que a veces me agotaba de llevarla a cuestas.

El correteo que se oía en el pasillo era porque algo no había salido bien, no me preocupaba de mi padre quien contaba con una seguridad mayor que el mismísimo presidente de Japón, sin embargo en este piso solo estábamos él y yo, este hombre venía por él podía asegurarlo, me acerqué lentamente a su cuerpo. Se encontraba tan quieto que si no fuera porque su pecho aún se movía creería que lo había silenciado por siempre.

Abrí suavemente la chaqueta y no había sangre, una sensación de alivio me recorrió. Y es que aunque disparé a matar no lo reconocí sino hasta ahora, sus largas y espesas pestañas comenzaban a moverse lentamente me recordaba a alguien, quise alejarme pero su mano sostuvo mi muñeca con fuerza.

—¿A dónde crees que vas? — preguntó con un tono grave.

—¡Maldito embustero! — exclamé asustada.

En ese momento tocaban a la puerta, lo ayudé a moverse hasta quedar a un costado de la cama...

Qué hacía ¿acaso estaba loca? Primero me dispara y ahora ayuda a ¿ocultarme?

—¿Qué haces? — preguntó dolorido.

—Cállate o el próximo tiro será en tu cabeza— dijo posando un dedo sobre mis labios.

La mujer se acomodó el vestido y el cabello justo en el momento en que varios hombres irrumpían en la habitación...

—¡Pero qué creen que hacen! —exclamó con tono molesto.

—Señorita Tendo tenemos indicaciones de su padre de sacarla de aquí, al parecer la fiesta llegó a su fin— dijo uno con sentido de urgencia.

—Sabes bien que yo no vivo con él, puedo cuidarme sola— escupió.

Mientras intentaba moverme el dolor en el pecho no cedía, el maldito chaleco anti balas había hecho su trabajo.

—Debe venir con nosotros, por favor — insistió el sujeto.

En ese instante se oían otros pasos acercarse, eran pisadas firmes las cuales se plantaron en el marco de la puerta...

—¡¡Qué mierda sucede aquí!! — otro hombre pedía explicaciones.

—¡Fuera todo mundo! No quiero verlos — dijo ella muy decidida, pero nadie se movía.

La postura de la mujer era sumamente defensiva, puso su pie izquierdo atrás y levantó la misma arma que hace instantes había usado conmigo.

—Oh por favor Akane, siempre lo mismo— era la voz que recién había llegado y hablaba sin nada de formalidades con ella.

—Dile a tus hombres que se larguen o dispararé— sentenció la chica.

Shoot me in the heartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora