Traición

112 21 12
                                    

Los personajes no me pertenecen, son de la gran Rumiko Takahashi esto es sin fines de lucro solo diversión por y para los fans.

Esta obra se reserva en su totalidad los derechos de autor, prohibida su copia o uso.

Una historia AU (universo alterno) solo tomo prestado los personajes, no necesariamente deben apegarse a sus personalidades.

Advertencia: está clasificada para mayores de edad, puede contener violencia física o emocional así como escenas eróticas y lenguaje soez.

—O—

Hospital Psiquiátrico...

Sadashi miraba al joven hombre con mucha emoción, sus momentos de lucidez eran cada vez menores pero en ese momento reconoció esos hermosos ojos, sí, su querida amiga Nodoka estaba justo ahí.

—Te vi en una fotografía hace muchos años... apenas eras un chiquillo —musitó bajito, pero no lo suficiente como para no ser oída.

—¿Usted conoció a mi madre? —preguntó muy curioso el azabache.

—Claro que sí, Nodoka y yo fuimos amigas desde que ella conoció a Genma —respondió.

—Ah... comprendo, yo no sabía de su existencia, discúlpeme —pidió Ranma.

—Es que pasaron cosas que nos alejaron, pero siempre el destino volvía a juntarnos y tú ya habías nacido cuando eso sucedió —contestó la anciana.

—¿Usted recuerda cuando mi madre fue a trabajar a casa de los Tendo? —preguntó sin rodeos, Sadashi volteó y miró nuevamente por la ventana.

Ranma le dedicó una mirada a Liang quien observaba todo desde la puerta.

—Le dije que no lo hiciera, que era una mala idea— comenzó a decir con tono de reproche— pero ella... siempre fue terca, me llevaba la contra en todo e igualmente se metió en esa casa, en ese ¡infierno! —exclamó apoyando su mano en el vidrio.

Los nubarrones en el cielo daban aviso de lluvia, el ambiente era tenso y misterioso cuando los primeros goterones cayeron sobre la ventana, Sadashi suspiró pesadamente.

—Tu madre solo pasó penurias en esa casa, todo lo que venga de los Tendo es maldad pura... ella tenía muchas dudas y pensó que yendo a esa casa encontraría respuestas.

—¿Y las encontró? —interrumpió Ranma un tanto ansioso.

—¿Tú qué crees?

—Yo vine, porque necesito saber la verdad, no puedo vivir con esa incertidumbre por favor ¡ayúdeme! —suplicó expectante.

—Cuando tu padre murió a Nodoka se le derrumbó su vida... eras pequeño e indefenso, apenas lograban afirmarse económicamente luego de haber quedado en la calle, tu padre se esforzó y logró armar un hogar, humilde, pero un hogar después de todo. Preocupada de que no te faltara nada, comenzó a trabajar, la pensión de viudez solo cubría gastos básicos y ella no permitiría que pasaras hambre. Pasaron muchos años hasta que supo que ese infeliz, esa escoria de Tendo vivía en la misma casa que un día fue de ella. ¿Imaginas cómo se sintió al ver que ese hombre ordinario, tenía una fortuna impensada y era dueño de lo que un día fue su hogar?

—Entonces, es verdad — musitó Ranma más para sí.

—Una espina en su corazón no la dejaba ni siquiera dormir, dudas, malos pensamientos, decidió un día ir a verlo, le pidió trabajo y él... le encargó a sus hijas. La paga no era mala y ella terminó encariñándose con esas mocosas. Pero no pasó mucho tiempo antes de que notara los negocios sucios de Tendo, lento pero seguro Nodoka comprendió que le había pedido trabajo a un demonio, el hombre era un témpano de hielo con sus hijas había ocasiones en que las trataba con total indiferencia... se encamaba con la servidumbre incluso iban las mejores putas de Japón. Tu madre intentó mantener un perfil bajo, sin embargo el muy patán tenía sus cinco sentidos puestos en ella.

Shoot me in the heartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora